Los mercados bursátiles cayeron tras nuevas restricciones de Trump a chips de Nvidia, lo que generó temores sobre el impacto en las grandes tecnológicas.

Los mercados financieros experimentaron una jornada negativa este miércoles tras renovados temores sobre el efecto que la guerra comercial del expresidente Donald Trump podría tener sobre algunas de las principales compañías tecnológicas del mundo. La caída fue impulsada por el anuncio de restricciones impuestas por el gobierno estadounidense a las exportaciones de chips de inteligencia artificial fabricados por Nvidia hacia China, una medida que marca un hito en las limitaciones que afectan directamente a las exportaciones de tecnología sensible.
Nvidia, líder global en la producción de chips utilizados en sistemas de inteligencia artificial, informó que necesitará licencias específicas para poder seguir vendiendo algunos de sus productos al mercado chino. En un informe regulatorio presentado el martes, la empresa estimó que estas restricciones podrían generar un impacto económico de aproximadamente 5500 millones de dólares, derivado tanto de pedidos incumplidos como de ventas no realizadas. Tras este anuncio, las acciones de Nvidia cayeron cerca de un 6 por ciento en las operaciones posteriores al cierre.
El efecto se extendió rápidamente a otras bolsas globales. En Europa, las acciones de ASML —empresa neerlandesa que fabrica maquinaria esencial para la producción de semiconductores avanzados— se desplomaron más de un 6 por ciento, tras reconocer que sus pedidos no alcanzaron las expectativas del mercado. Christophe Fouquet, director ejecutivo de ASML, atribuyó esta desaceleración al incremento de la incertidumbre generada por los aranceles promovidos por Trump.
En el continente europeo, el índice Stoxx Europe 600 descendió un 1 por ciento, reflejando el ánimo negativo que predominó en la mayoría de las bolsas regionales. La tendencia también se repitió en Asia: los principales índices de Japón, Hong Kong y Taiwán cerraron con pérdidas de entre el 1 y el 2 por ciento. Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC), mayor productor mundial de microchips y proveedor clave de Nvidia, registró una caída del 2.5 por ciento, mientras que sus competidores surcoreanos Samsung y SK Hynix perdieron más del 3 por ciento en la jornada.
En Estados Unidos, los futuros del índice S&P 500, que sirven como termómetro de las expectativas del mercado antes de la apertura, retrocedieron más de un 1 por ciento. El día anterior, tanto el S&P 500 como el Nasdaq cerraron con ligeras bajas, aunque las ganancias mejores de lo esperado por parte de los bancos estadounidenses y las señales de un posible acuerdo comercial con el Reino Unido ayudaron a amortiguar el impacto.
La volatilidad continúa marcando el comportamiento de los mercados globales, en particular para los sectores más expuestos a las fluctuaciones de las políticas arancelarias. Según una encuesta del Bank of America, los inversionistas han reducido significativamente su exposición a acciones estadounidenses en los últimos dos meses, temiendo una eventual recesión derivada del conflicto comercial impulsado durante la administración Trump.
En este contexto de creciente incertidumbre, el oro volvió a posicionarse como refugio de valor. Este miércoles, el metal precioso alcanzó un nuevo máximo histórico al superar por primera vez los 3300 dólares por onza, acumulando una apreciación de más del 25 por ciento en lo que va del año.