Iglesias evangélicas superan a la católica en número de templos en México

La Iglesia católica enfrenta una crisis por el cierre y abandono de templos, mientras crece la infraestructura evangélica en todo el país.

En la antesala de la Semana Santa 2025, la Iglesia católica mexicana se enfrenta a un reto estructural sin precedentes: el notable descenso en el número de templos católicos activos frente al acelerado crecimiento de las iglesias cristianas evangélicas, fenómeno que apunta a un cambio profundo en el panorama religioso del país.

Un estudio elaborado por investigadores de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), con base en datos de los Censos Económicos 2024 del Inegi, revela que actualmente existen 94 mil 909 establecimientos religiosos en México, de los cuales más de dos tercios pertenecen a iglesias evangélicas —alrededor de 65 mil templos—, mientras que menos de 30 mil están registrados como católicos.

Esta diferencia en infraestructura es reflejo de un proceso de transformación sostenido: desde 1992, cuando las iglesias obtuvieron personalidad jurídica, las iglesias evangélicas han incrementado su presencia en un 183%, mientras que la Iglesia católica ha perdido cerca del 33% de sus templos. Solo desde el último censo consolidado de 2019, los templos católicos disminuyeron un 6%, al pasar de 31 mil 918 a menos de 30 mil en 2024.

La situación, según el especialista Elio Masferrer, se explica principalmente por el envejecimiento del clero católico y la falta de vocaciones religiosas. “El número de templos evangélicos se sigue incrementando y el de católicos sigue bajando”, declaró Masferrer en entrevista con El Sol de México, al señalar que el abandono de templos católicos se ha vuelto una constante, más por falta de personal que por decisiones administrativas o de venta.

Un ejemplo emblemático es el caso de la congregación jesuita que colaboraba con la Arquidiócesis de Antequera-Oaxaca. Tras 450 años de servicio, la Compañía de Jesús anunció su retiro en octubre de 2024, debido a la escasez de integrantes. “Cada vez somos menos jesuitas para cubrir las obras con las cuales queremos servir a la Iglesia en México”, señalaba la carta enviada al arzobispo Pedro Vázquez Villalobos.

Como estrategia paliativa, la Iglesia católica mexicana ha comenzado a traer sacerdotes de África y Asia, aunque esta solución también ha generado nuevas dificultades. Los sacerdotes extranjeros, según los expertos, a menudo no dominan completamente el castellano ni comprenden las expresiones culturales y simbólicas del catolicismo mexicano.

Mientras tanto, las iglesias evangélicas continúan expandiéndose. Entre las de mayor presencia están las pentecostales y neopentecostales, con alrededor de siete mil templos cada una. Les siguen los adventistas y los testigos de Jehová, también con unos siete mil templos, mientras que los bautistas suman cerca de cuatro mil y las iglesias presbiterianas y reformadas alrededor de mil 700.

A pesar de que el censo del Inegi de 2020 mostraba que el 77.7% de los mexicanos se identificaban como católicos, los investigadores consideran que la cifra podría variar significativamente en futuras mediciones, sobre todo considerando que los datos anteriores se recabaron en medio de la pandemia de Covid-19.

En cuanto a distribución geográfica, las entidades con más establecimientos religiosos son Veracruz (8,186), Estado de México (7,222), Chiapas (6,741), Oaxaca (5,497) y Nuevo León (4,091), lo que confirma que el fenómeno tiene una presencia amplia y no se restringe a una región específica del país.

Este escenario marca un giro histórico en el equilibrio de fuerzas religiosas en México, donde la Iglesia católica, tradicionalmente dominante, ve ahora mermada su presencia ante el empuje organizativo y territorial de las iglesias evangélicas, que avanzan con mayor dinamismo y capacidad de adaptación.

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