Expertos advierten que durante la temporada de calor y frío el cuerpo es más propenso a enfermar por virus, alergias y condiciones climáticas.

Aunque cada persona reacciona de forma distinta ante infecciones, alergias y malestares, especialistas en salud coinciden en que existen ciertas épocas del año en que el cuerpo humano se encuentra particularmente vulnerable a padecer enfermedades. Estas etapas coinciden principalmente con dos periodos: la temporada de calor y la temporada de frío.
De acuerdo con médicos y epidemiólogos, durante los meses de primavera y el inicio del verano, es decir, de marzo a junio, se presenta un notable incremento en los casos de enfermedades relacionadas con las altas temperaturas y los cambios ambientales. Entre los padecimientos más frecuentes destacan los golpes de calor, deshidratación, problemas gastrointestinales, quemaduras solares, alergias estacionales y, en algunos casos, resfriados ocasionados por el rinovirus, que puede sobrevivir incluso en ambientes cálidos.
En contraste, la temporada otoño-invierno, que comprende de septiembre a enero, es reconocida por su alta incidencia en enfermedades respiratorias. Durante estos meses circulan diversos virus que provocan desde resfriados comunes hasta infecciones más graves como la influenza y otras afecciones respiratorias virales. Las bajas temperaturas favorecen la propagación de estos virus, además de que las personas tienden a permanecer más tiempo en espacios cerrados, facilitando los contagios.
Los especialistas insisten en que aunque no se pueden evitar por completo estos riesgos, sí es posible prevenir muchas de estas enfermedades mediante hábitos de higiene, una buena alimentación, hidratación constante, el uso de protector solar, ropa adecuada para cada estación y, en su caso, vacunación oportuna.
Entender cómo las estaciones del año afectan la salud es clave para estar mejor preparados ante estos periodos de mayor vulnerabilidad.