Trump quiere mantener la hegemonía del dólar como moneda de reserva mundial, según confirmó la Casa Blanca, pese a su caída reciente frente a monedas como el euro y el peso.

La Casa Blanca confirmó este lunes que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, mantiene como una de sus prioridades asegurar la hegemonía del dólar estadounidense como la principal moneda de reserva mundial. Así lo expresó su secretaria de prensa, Karoline Leavitt, al ser cuestionada sobre el reciente debilitamiento de la divisa frente al euro, el peso mexicano y otras monedas extranjeras.
Leavitt sostuvo que el mandatario “quiere mantener el dólar como la moneda de reserva mundial por mucho tiempo”, enfatizando que esta estrategia es clave para lograr estabilidad fiscal a largo plazo y fomentar el crecimiento económico del país. Según la vocera, el presidente ha sido claro y firme respecto a la importancia de conservar el liderazgo del dólar en el sistema financiero global.
El dólar ha perdido terreno en las últimas semanas debido, entre otras razones, a la escalada de la guerra comercial con China y a las tensiones con la Reserva Federal, encabezada por Jerome Powell. Las diferencias entre Trump y Powell se han intensificado, especialmente después de que el presidente criticara públicamente la política monetaria de la Fed y sugiriera que buscaría su destitución, lo que ha generado preocupaciones en torno a la independencia del banco central estadounidense.
En este contexto, Leavitt también abordó el tema de las tasas de interés, asegurando que Trump quiere que sean más bajas, lo que ha sido un punto constante de fricción con Powell. Las recientes fluctuaciones del tipo de cambio, como la caída del dólar frente al peso mexicano —ubicándose en 19.59 por dólar, un nivel no visto desde octubre pasado—, podrían ser indicios de un debilitamiento del rol dominante que ha tenido la moneda estadounidense a nivel mundial.
Este escenario plantea desafíos para el liderazgo económico global de Estados Unidos, donde mantener el estatus del dólar como divisa fiduciaria en transacciones internacionales se considera un pilar estratégico. La Casa Blanca, sin embargo, insiste en que el compromiso del presidente Trump con la hegemonía del dólar sigue siendo firme y prioritario en su agenda económica.