Ernesto Zedillo acusa a Claudia Sheinbaum de distraer a los mexicanos mientras “se destruye la democracia” y reitera que el Fobaproa fue auditado y legal.

El expresidente Ernesto Zedillo volvió a arremeter públicamente contra la presidenta Claudia Sheinbaum, esta vez mediante una carta difundida en redes sociales donde sostiene que “la democracia en México ha muerto” y acusa a la mandataria de utilizar calumnias y desinformación para ocultar las “tropelías” cometidas por el expresidente Andrés Manuel López Obrador. Esta es la tercera ocasión en que el exmandatario priista lanza críticas directas al nuevo gobierno.
Zedillo defendió el Fobaproa, mecanismo de rescate bancario impulsado durante su sexenio, asegurando que su implementación fue avalada por el Congreso y que no se trató de una decisión unilateral del Ejecutivo. Recordó que en ese momento su partido ya no tenía mayoría en la Cámara de Diputados, y que el proceso fue auditado de forma pública y transparente. Afirmó que quienes lo critican “ignoran deliberadamente” esta información para desviar el foco de los problemas actuales.
Además, el exmandatario cuestionó con dureza los megaproyectos del sexenio anterior —el Aeropuerto de Santa Lucía, la refinería de Dos Bocas y el Tren Maya—, a los que calificó de “obras inútiles” que han significado daños severos para el país. Instó a la presidenta a hacer públicos los costos reales y los beneficios —si los hay— de dichas obras, exigiendo mayor transparencia.
En su carta, también acusó al actual gobierno de transformar la democracia en un régimen de partido hegemónico, señalando que las reformas recientes a la Constitución fueron producto de “fraudes y abusos”. Afirmó que la obligación de un presidente debe ser proteger la democracia, no participar en su desmantelamiento.
La respuesta de la presidenta Claudia Sheinbaum no se hizo esperar. Durante su conferencia matutina, compartió un video que muestra las represiones ordenadas por el gobierno de Zedillo entre 1994 y 2000, incluidos los actos de violencia contra pueblos indígenas y movimientos sociales. Aseguró que el debate actual es sobre autoritarismo, pero que es necesario mirar hacia el pasado para comprender quién ejerció realmente la represión estatal.
Sheinbaum defendió su gobierno como democrático, subrayando que el pueblo ahora elige y participa. “Así como se acusa a la presidenta de autoritaria, también se debe hablar del verdadero autoritarismo que reprimió movimientos sociales y cometió asesinatos de Estado”, declaró.
El enfrentamiento entre ambos exmandatarios refleja una creciente tensión política, con visiones encontradas sobre el rumbo democrático del país y el legado económico y social de sus respectivos sexenios.