Inició el cónclave en el Vaticano para elegir al sucesor de Francisco, con 133 cardenales reunidos bajo secreto total tras la muerte del Pontífice el pasado 1 de abril.

Este martes 7 de mayo de 2025 dio inicio uno de los procesos más importantes de la Iglesia Católica: el cónclave número 267, convocado para elegir al sucesor del Papa Francisco. La muerte del Pontífice el pasado 1 de abril, tras haber participado en la misa del Domingo de Pascua, dejó vacante el cargo más alto de la institución, lo que ha llevado a los cardenales del mundo a reunirse en el Vaticano.
El cónclave se desarrolla bajo estricto secreto, como lo marca la tradición. De los 135 cardenales que tienen derecho a votar, 133 se presentaron, mientras que dos se ausentaron por motivos de salud. Todos los participantes juraron mantener absoluta confidencialidad sobre las deliberaciones que se lleven a cabo.
Durante el primer día de la elección, se prevé la realización de dos votaciones. En caso de que no se logre consenso, se llevarán a cabo hasta cuatro votaciones por jornada en los días siguientes, hasta que uno de los candidatos obtenga los dos tercios necesarios para ser elegido.
La palabra “cónclave” proviene del latín cum clave, que significa “con llave”, aludiendo a la práctica de mantener a los cardenales encerrados hasta alcanzar una decisión. Como es tradición, la señal al mundo será dada a través del humo que saldrá de la chimenea de la Capilla Sixtina: negro si no hay consenso, blanco si ha sido elegido un nuevo Papa.
Este momento histórico mantiene en vilo a millones de fieles católicos y al mundo entero, a la espera de conocer quién será el próximo líder espiritual del Vaticano.