El gusano barrenador obliga a Estados Unidos a frenar la importación de ganado mexicano durante 15 días, desatando tensiones entre ambos gobiernos.

El gobierno de Estados Unidos decidió suspender durante 15 días la importación de ganado en pie procedente de México, como medida de emergencia ante el problema del gusano barrenador. La decisión fue comunicada por la secretaria de Agricultura estadounidense, Brooke Rollins, a su homólogo mexicano, Julio Berdegué, quien expresó el desacuerdo del gobierno de México, aunque confió en que durante este periodo se pueda llegar a un nuevo acuerdo con la administración del presidente Donald Trump.
La medida sorprendió a la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), especialmente porque apenas días antes ambas naciones habían acordado una estrategia conjunta para combatir la plaga. Entre los compromisos alcanzados el 8 de mayo figuraban la reapertura de pasos fronterizos para la exportación ganadera, la instalación de una planta para producir moscas estériles —un método biológico eficaz para frenar la reproducción del insecto—, y un sistema de intercambio de información técnica entre autoridades sanitarias de ambos países.
La tensión ha aumentado en las últimas semanas a raíz del repunte de casos de gusano barrenador, cuya presencia ha sido motivo de creciente preocupación para el sector ganadero y las autoridades de salud pública. En particular, Estados Unidos había solicitado autorización para realizar operaciones aéreas sobre territorio mexicano con el fin de controlar la plaga, propuesta que fue rechazada por el gobierno de México por considerarla “excesiva”. La presidenta Claudia Sheinbaum señaló que su administración está dispuesta a cooperar, pero sin aceptar imposiciones externas.
En ese contexto, las exportaciones mexicanas de ganado aumentaron un 37.8% durante el ciclo 2023-2024, alcanzando 1.3 millones de cabezas. Este crecimiento contrasta con el actual clima de tensión, avivado por antecedentes como la suspensión temporal de importaciones en noviembre pasado, tras detectarse brotes del insecto que incluso fueron vinculados con casos graves de miasis, como el fallecimiento de una mujer en Chiapas.
El reciente brote del gusano barrenador no solo amenaza la actividad económica del sector ganadero, sino que también ha encendido las alarmas en torno a los estándares de sanidad e inocuidad agropecuaria en México. En medio de este escenario, la suspensión impuesta por Estados Unidos y la firme posición del gobierno mexicano revelan los retos diplomáticos y sanitarios que ambas naciones deberán enfrentar en las próximas semanas para evitar una crisis comercial mayor.