Una batería de estado sólido desarrollada por Factorial Energy, liderada por Siyu Huang, promete revolucionar los vehículos eléctricos y dar ventaja a EE. UU. y Europa frente a China.

Una fría mañana de enero, Siyu Huang, directora ejecutiva de Factorial Energy, recibió un mensaje con dos palabras: “Ruedas girando”. El video adjunto mostraba un automóvil en un banco de pruebas sin tubo de escape. Para muchos, un detalle menor; para Huang, el reflejo de una década de trabajo en el desarrollo de una batería de estado sólido, capaz de transformar la industria automotriz, ofrecer a Occidente una ventaja estratégica sobre China y contribuir significativamente en la lucha contra el cambio climático.
Huang y su esposo, Alex Yu, iniciaron este proyecto mientras eran estudiantes en la Universidad de Cornell. Fundaron Factorial Energy con el objetivo de perfeccionar materiales para almacenar energía, aunque luego dieron un giro decisivo hacia las baterías de estado sólido gracias al apoyo de Mercedes-Benz. Estas baterías, que reemplazan los líquidos inflamables por sólidos o geles más estables, prometen más autonomía, menos peso y una carga mucho más rápida. El video recibido por Huang fue enviado por Uwe Keller, jefe de desarrollo de baterías de Mercedes-Benz, y mostraba un sedán EQS en Alemania que, por primera vez, funcionaba con una batería creada por Factorial.
Aunque muchos laboratorios han fabricado prototipos, casi ninguno ha logrado integrar estas baterías en vehículos reales. Hasta ahora, ninguna empresa occidental lo había probado públicamente en condiciones reales. Mercedes decidió apostar por ello y en 2023 comenzó a trabajar junto a Factorial para avanzar en esta tecnología. El resultado: la batería se integró con éxito en un vehículo, alcanzando velocidades de hasta 160 km/h sin fallos.
Siyu Huang, nacida en Nankín, China, creció con una fuerte conciencia ambiental. Su pasión por la química y su formación en universidades de China, Suecia y EE. UU. la llevaron a especializarse en electroquímica. Su liderazgo, directo y eficaz, ha sido fundamental para impulsar una empresa pequeña con poco más de 100 empleados hacia una colaboración con gigantes como Mercedes-Benz, Stellantis, Hyundai y LG Chem.
A pesar de los avances, el camino ha estado lleno de dificultades. El proceso de fabricación en Corea del Sur comenzó con solo un 10 % de eficiencia: nueve de cada diez celdas eran defectuosas. Huang enfrentó jornadas extenuantes, levantándose a las 4 a.m. y viajando constantemente para resolver problemas. Poco a poco, con disciplina y ajustes, lograron mejorar los resultados. A fines de 2024, la eficiencia de producción alcanzó un 85 %, y Mercedes recibió las primeras celdas funcionales.
Integrar las baterías al vehículo presentó desafíos técnicos adicionales. Las celdas se expanden y contraen al cargarse y descargarse, lo que complica su instalación. Mercedes recurrió a su equipo de Fórmula 1, que diseñó un sistema adaptable que mantenía la presión constante. Con ese avance, en diciembre de 2024, se completó con éxito la primera prueba real de un vehículo equipado con baterías de estado sólido de Factorial.
Aunque Huang estuvo al tanto del progreso técnico, se sorprendió cuando Mercedes le mostró un borrador del comunicado de prensa que anunciaba oficialmente el logro. Ella no se dejó llevar por la emoción, consciente de que aún queda un largo camino: fabricar baterías en serie, probar una flota completa de vehículos y alcanzar la escala comercial, un objetivo que no se espera antes de 2028.
En abril de 2025, finalmente viajó a Alemania para ver el vehículo en persona. Fue un momento muy emotivo, como reencontrarse con un viejo amigo. En la pista de pruebas, se subió al coche y sintió una mezcla de orgullo y asombro. Aunque desde el interior no se percibía diferencia alguna con una batería convencional, para Huang era especial: era su batería. Un logro tangible tras años de esfuerzo, que podría marcar el comienzo del fin para los coches de gasolina.