Las solicitudes para el Servicio Secreto aumentaron con Trump; pasaron de 7 mil a más de 22 mil en menos de cuatro meses.

Desde el regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, el interés por formar parte del Servicio Secreto se ha disparado de manera notable. Según cifras del Departamento de Seguridad Nacional, entre el 20 de enero y el 1 de mayo de este año, la corporación recibió más de 22 mil solicitudes de ingreso, una cifra que triplica las poco más de 7 mil registradas en el mismo periodo del año anterior.
Este inusitado aumento coincide con un cambio en las políticas de contratación impulsado por el presidente Trump y la secretaria del Departamento de Seguridad Nacional, Kristi Noem, quienes eliminaron los criterios de diversidad, equidad e inclusión que anteriormente se aplicaban en el proceso de selección. En su lugar, han restablecido un sistema basado en el mérito como principal criterio para reclutar y promover a los oficiales dentro del Servicio Secreto.
La decisión ha generado reacciones divididas en el espectro político estadounidense. Mientras algunos sectores aplauden el enfoque meritocrático como una manera de fortalecer las capacidades operativas del cuerpo de seguridad, otros lo ven como un retroceso en los esfuerzos por garantizar representación y equidad dentro de las fuerzas federales.
La propia agencia indicó que el incremento en el número de aspirantes también responde a la percepción pública de un mayor protagonismo y prestigio del Servicio Secreto durante la nueva administración, así como a un clima político que ha puesto en el centro de atención a los organismos de seguridad federales.
Este fenómeno ocurre en un contexto en el que el entorno político y de seguridad en Estados Unidos se ha vuelto más tenso y polarizado. La creciente demanda por formar parte de una de las instituciones más emblemáticas del aparato gubernamental sugiere que muchos jóvenes ven en el Servicio Secreto no solo una carrera profesional, sino también una plataforma de reconocimiento nacional en tiempos de redefinición institucional.