Towana Looney, de 53 años, se convierte en la tercera persona en recibir un riñón de cerdo modificado genéticamente, en un avance experimental que busca abordar la crisis de donación de órganos.

En un innovador avance médico, Towana Looney, una mujer de 53 años, ha recibido un trasplante de riñón de cerdo modificado genéticamente. Este procedimiento, realizado el 25 de noviembre en el hospital NYU Langone de Nueva York, marca un hito en la práctica de los xenotrasplantes, que utilizan órganos no humanos para tratar a pacientes humanos.
Looney, quien había estado en diálisis durante ocho años tras donar uno de sus riñones a su madre en 1999, había estado esperando un trasplante desde 2017 sin poder encontrar un donante compatible. «Siento que me han dado una segunda oportunidad en la vida», declaró tres semanas después de la operación.
El riñón fue diseñado genéticamente para evitar el rechazo inmediato por parte del sistema inmunitario de Looney, lo que representa un avance significativo en el campo de la medicina trasplantológica. Este procedimiento se enmarca en un contexto de creciente necesidad, ya que más de 100,000 pacientes esperan un trasplante de órganos en Estados Unidos, con más de 90,000 de ellos necesitando un riñón.
El equipo médico detrás de este trasplante ha realizado otros intentos de xenotrasplantes en años anteriores, incluyendo el primer trasplante de un riñón de cerdo a un paciente con muerte cerebral en 2021, aunque este último solo funcionó durante unos días. En 2024, un hospital de Boston llevó a cabo trasplantes de riñones de cerdo en otros dos pacientes, quienes lamentablemente fallecieron semanas después.
La tecnología detrás de los xenotrasplantes ha avanzado gracias a los progresos en edición genética y en la comprensión de la respuesta inmunitaria, lo que abre nuevas posibilidades para resolver la escasez crónica de órganos disponibles para trasplante.