KFC mudará su sede de Louisville, Kentucky, a Plano, Texas, en los próximos seis meses. La decisión forma parte de una estrategia de Yum Brands para consolidar operaciones, mejorar la eficiencia y fortalecer su presencia en el mercado.

La cadena de comida rápida Kentucky Fried Chicken (KFC) anunció el traslado de su sede corporativa en Estados Unidos desde Louisville, Kentucky, hacia Plano, Texas, como parte de una estrategia empresarial de Yum Brands, su empresa matriz. Este movimiento, que se llevará a cabo en un periodo de seis meses, afectará a aproximadamente 100 empleados corporativos, quienes deberán reubicarse en la nueva oficina.
Según informó CBS News, Yum Brands busca con esta decisión optimizar la colaboración interna, mejorar la eficiencia operativa y fortalecer la atención a clientes, franquiciados, empleados y accionistas. David Gibbs, director ejecutivo de Yum Brands, explicó que este cambio responde a un plan estratégico para consolidar operaciones clave en ubicaciones más estratégicas para la empresa.
El traslado de KFC forma parte de una tendencia creciente en la que grandes corporaciones han decidido establecerse en Texas. Empresas como SpaceX, de Elon Musk, y Meta, dirigida por Mark Zuckerberg, han llevado a cabo movimientos similares, atraídas por las condiciones favorables que ofrece el estado, como un entorno fiscal competitivo, menores costos operativos e infraestructura en crecimiento.
La estrategia de reubicación no es exclusiva de KFC dentro de Yum Brands, ya que las otras marcas de la compañía también han adoptado enfoques similares. Mientras que Taco Bell y Habit Burger & Grill mantendrán sus sedes en Irvine, California, KFC trasladará sus operaciones a Plano, consolidando así una estructura más eficiente.
A pesar de este cambio, Yum Brands mantendrá una presencia operativa en Louisville, donde conservará oficinas corporativas y la Fundación KFC, la cual apoya diversas iniciativas comunitarias. Además, la empresa ha solicitado a aproximadamente 90 empleados remotos trasladarse a las oficinas de Plano o Irvine en un plazo de 18 meses, reafirmando su compromiso con la centralización de operaciones para mejorar la comunicación interna y la capacidad de respuesta.
El traslado de KFC a Texas subraya el atractivo del estado como destino corporativo. En los últimos años, Texas ha atraído a importantes empresas como Oracle y Tesla, que han reubicado sus operaciones desde Silicon Valley a Austin. SpaceX, por su parte, ha desarrollado instalaciones estratégicas en Boca Chica, mientras que Meta ha trasladado sus equipos de supervisión de contenido desde California a Texas. Este fenómeno ha convertido al estado en un imán para la inversión y un centro de innovación y negocios en Estados Unidos.
A pesar del cambio de sede, KFC mantiene una fuerte conexión histórica con Kentucky, estado donde fue fundada hace más de 75 años por Harland Sanders, conocido popularmente como «El Coronel». La historia de la marca se remonta a 1930, cuando Sanders comenzó a vender su famoso pollo frito en un pequeño motel en Corbin, Kentucky.
Para honrar este legado, Yum Brands anunció una donación de 1 millón de dólares a la Universidad de Louisville para financiar becas dirigidas a estudiantes de negocios. Además, la compañía tiene planes de construir un restaurante insignia en Louisville, el primero de su tipo, que rendirá homenaje a las raíces y la historia de la marca.
La decisión de trasladar su sede a Texas generó diversas reacciones. El gobernador de Texas, Greg Abbott, celebró la noticia a través de X (antes Twitter), donde bromeó sobre la posibilidad de cambiar el nombre de la marca a Texas Fried Chicken (TFC). Por otro lado, analistas del sector consideran que el movimiento forma parte de una estrategia empresarial más amplia que busca mejorar la competitividad y fortalecer la capacidad de respuesta en un mercado cada vez más dinámico.