Australia ha aprobado una ley que prohíbe el uso de redes sociales a menores de 16 años, buscando proteger su bienestar. La ley entrará en vigor en noviembre de 2025 y requiere que las plataformas implementen verificación de edad para evitar el acceso de menores.
Australia prohíbe redes sociales para menores de 16 años a partir de 2025

Australia se ha convertido en el primer país del mundo en prohibir el uso de redes sociales a menores de 16 años, tras la aprobación de una nueva ley que entrará en vigor en noviembre de 2025. Esta medida busca abordar el impacto negativo que las redes sociales pueden tener en la salud mental de los jóvenes.
Detalles de la ley
- Objetivo: La ley tiene como finalidad limitar el acceso de los menores a las redes sociales, en respuesta a preocupaciones sobre su bienestar.
- Verificación de edad: A partir de la fecha de entrada en vigor, las plataformas de redes sociales deberán implementar medidas de verificación de edad «razonables» para evitar el acceso de menores. Las empresas que no cumplan con esta normativa podrían enfrentar multas de hasta 32 millones de dólares.
- Apoyo bipartidista: La ley fue respaldada tanto por el partido conservador de oposición como por el gobierno de centroizquierda, reflejando un consenso sobre la necesidad de proteger a los niños en el entorno digital.
Reacciones de la industria tecnológica
- Resistencia de las plataformas: Gigantes tecnológicos como Google y Meta han solicitado retrasar la prohibición hasta que se realicen ensayos de verificación en el próximo año, pero el Parlamento australiano ha decidido seguir adelante con la implementación de la ley.
Implicaciones internacionales
- Interés en otros países: Mientras Australia avanza con su legislación, el Reino Unido ha iniciado un estudio para investigar el uso de teléfonos inteligentes y redes sociales entre los niños. El secretario de tecnología británico no descarta la posibilidad de adoptar una prohibición similar a la de Australia.
- Presión sobre las plataformas: La intención de Australia es motivar a las redes sociales a utilizar métodos de verificación de edad más robustos, como la verificación biométrica o la identificación gubernamental.