El régimen de Nicolás Maduro advirtió que detendrá las operaciones de ExxonMobil en el Esequibo, región disputada con Guyana, intensificando el conflicto territorial y poniendo en riesgo la estabilidad regional.

El régimen de Nicolás Maduro emitió una nueva advertencia contra Guyana y la petrolera estadounidense ExxonMobil, al afirmar que tomará “todas las medidas necesarias” para detener las operaciones petroleras en el Esequibo, un territorio que Venezuela reclama como propio. La declaración del mandatario chavista se suma a una serie de tensiones que han escalado en los últimos meses, reavivando una disputa territorial que data de hace más de un siglo.
Durante un acto oficial, Maduro calificó como “absolutamente ilegal” la explotación petrolera en el área, señalando que el gobierno guyanés actúa de manera entreguista al permitir la presencia de ExxonMobil. Aunque no detalló qué acciones emprenderá, aseguró que su administración rechazará cualquier operación en el territorio que considera “pendiente de delimitación”.
La advertencia de Caracas se produjo tras la denuncia del presidente de Guyana, Irfaan Ali, quien acusó a la Armada venezolana de haber ingresado ilegalmente en aguas guyanesas. Sin embargo, el régimen de Maduro ha defendido la incursión de su embarcación al argumentar que la zona aún está en disputa, por lo que no pertenece legítimamente a Georgetown.
La controversia se intensificó en 2015, cuando ExxonMobil descubrió importantes yacimientos petroleros en la región, lo que llevó a Guyana a avanzar en la explotación de los recursos con la concesión de licencias petroleras. En abril de 2024, un nuevo contrato con la compañía estadounidense elevó aún más las tensiones, generando una respuesta airada por parte del gobierno venezolano, que calificó las concesiones como ilegales.
La Fuerza Armada de Venezuela afirmó haber detectado la presencia de 28 buques extranjeros, entre plataformas de perforación y tanqueros, operando en el área disputada, lo que justificó el despliegue de embarcaciones venezolanas con el argumento de proteger la soberanía nacional.
Por su parte, el gobierno de Guyana ha sostenido que las operaciones petroleras se realizan dentro de su zona económica exclusiva, con base en el laudo arbitral de 1899 que fijó las fronteras actuales, aunque Venezuela desconoce dicho fallo y se apega al Acuerdo de Ginebra de 1966 como la base para una negociación territorial.
La disputa ha provocado enfrentamientos en los últimos meses, incluido un incidente en febrero donde Guyana denunció que seis de sus soldados fueron heridos en una emboscada perpetrada por presuntos criminales venezolanos, acusación que Caracas calificó como un montaje.
Pese a los esfuerzos diplomáticos realizados a finales de 2023 para evitar una escalada, la retórica beligerante de Caracas ha elevado la preocupación internacional sobre el riesgo de un conflicto armado en la región. La Comunidad del Caribe (Caricom) instó a ambos países a evitar acciones de confrontación y a respetar los canales diplomáticos para resolver la disputa, mientras se espera el fallo definitivo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) sobre el diferendo territorial.