Apple podría decepcionar a los usuarios con el iPhone 17 Pro Max al aumentar el grosor del dispositivo para incluir una batería más grande, aunque la tecnología actual permitiría mejorar la autonomía sin modificar el diseño.

El iPhone 17 Pro Max podría no ser tan revolucionario como muchos esperaban. Apple, según filtraciones, está planeando un cambio en el diseño de su dispositivo más avanzado, y aunque hay novedades que podrían agradar a algunos, también hay detalles que podrían decepcionar a muchos usuarios. Uno de estos cambios sería el aumento del grosor del dispositivo, pasando de 8,25 mm a 8,725 mm, es decir, un incremento de 0,475 mm, lo cual podría interpretarse como una mala noticia para aquellos que prefieren móviles más finos y ligeros.
La fuente de esta información, el conocido filtrador Ice Universe, sugiere que este aumento de grosor podría deberse a la inclusión de una batería más grande, aunque no es el único factor que podría estar detrás del cambio. Las cámaras, los materiales y nuevas tecnologías también podrían influir en el grosor del móvil. Sin embargo, la opción más plausible sería que Apple busque aumentar la capacidad de la batería, lo que sería bien recibido por aquellos usuarios que buscan una mayor autonomía en sus dispositivos.
No obstante, este aumento en el grosor no sería tan atractivo para aquellos que prefieren teléfonos más delgados. El verdadero motivo de la decepción radica en que, en el contexto de 2025, el uso de tecnologías como las celdas de silicio-carbono, que permiten una mayor densidad energética sin aumentar el tamaño de la batería, ya están disponibles en la industria. Estas baterías están revolucionando el mercado, y compañías como Xiaomi y Honor ya las están implementando en sus dispositivos, lo que hace aún más cuestionable que Apple no aproveche esta tecnología avanzada.
En lugar de recurrir a una solución simple como aumentar el grosor del teléfono, Apple podría implementar estas baterías más eficientes y mejorar la autonomía sin alterar el diseño. En un teléfono que podría costar cerca de 1.500 euros, es difícil creer que la compañía no pueda integrar una solución moderna que permita mantener la delgadez del dispositivo sin comprometer su capacidad de batería. Si esta información es correcta, Apple estaría optando por una solución mediática y poco innovadora, dejando pasar una oportunidad para ofrecer un dispositivo más avanzado y equilibrado.