Un estudio publicado en Open Journal of Medical Psychology sugiere que chismear en el trabajo puede fortalecer la confianza, mejorar la colaboración y fomentar la responsabilidad, siempre que no sea malintencionado.

El chisme en el entorno laboral suele tener una connotación negativa, pero un reciente estudio publicado en la revista Open Journal of Medical Psychology sugiere que este hábito podría ser beneficioso para la dinámica de trabajo y el bienestar de los empleados.
La investigación, titulada Positive Effects of Gossiping at Work, argumenta que compartir información sobre compañeros puede contribuir a fortalecer la cohesión del equipo, especialmente cuando las conversaciones giran en torno a logros, experiencias laborales o información relevante para el desarrollo profesional.
Expertos como Tianjun Sun, de la Universidad de Rice, explican que estas interacciones fomentan la confianza entre los trabajadores y aumentan la sensación de pertenencia dentro de un grupo. Por su parte, el psicólogo social Robb Willer destaca que el chisme no solo es una forma de socialización, sino que también funciona como un mecanismo de regulación dentro de una organización.
Los comentarios sobre el desempeño de un empleado pueden motivarlo a mejorar sus hábitos laborales, promoviendo una cultura de responsabilidad y cooperación. No obstante, los expertos advierten que el chisme también tiene su lado negativo. Cuando se convierte en una herramienta para desprestigiar a compañeros o difundir rumores malintencionados, puede generar desconfianza y afectar la moral del equipo.
Un estudio adicional de la Universidad de Groningen, dirigido por la psicóloga Elena Martinescu, señala que el chisme malintencionado puede derivar en conflictos internos e incluso en acoso laboral. Sin embargo, también puede llevar a la autorreflexión y fomentar cambios positivos en la conducta de quienes son objeto de estos comentarios.
Para evitar los efectos negativos del chisme, los especialistas sugieren que los empleadores fomenten un ambiente donde la comunicación fluya de manera ética. Una estrategia efectiva podría ser la creación de espacios informales para compartir información de manera transparente y la promoción de capacitaciones sobre comunicación efectiva.
Según estudios realizados por Terence Dores Cruz, de la Universidad Libre de Ámsterdam, la mayoría de las conversaciones sobre terceros en el entorno laboral son neutrales y cumplen una función informativa dentro de la dinámica social de una empresa. Por lo tanto, el chisme no es necesariamente dañino si se maneja de manera adecuada.
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