El presidente Trump calificó como una falta menor la filtración de información militar en un chat grupal de Signal, desestimando preocupaciones sobre seguridad nacional y respaldando a su asesor Michael Waltz.

El presidente Donald Trump restó importancia a la reciente filtración de información sobre planes militares en un chat grupal de la aplicación Signal, asegurando que no se compartieron datos clasificados. Durante una reunión con embajadores en la Casa Blanca, Trump declaró que la información discutida en el chat no estaba clasificada y que, de ser así, la situación sería distinta.
El chat grupal incluía a altos funcionarios de su gobierno, como el vicepresidente JD Vance y el secretario de Defensa Pete Hegseth, además del asesor de seguridad nacional Michael Waltz, quien cometió el error de agregar al periodista Jeffrey Goldberg, editor en jefe de The Atlantic. En los mensajes, Hegseth compartió detalles sobre ataques militares en Yemen, lo que desató críticas y preocupaciones sobre la seguridad de la información.
Trump defendió a Waltz, calificando de injustos los ataques en su contra. Sin embargo, exfuncionarios de seguridad nacional han expresado escepticismo ante la afirmación de que la información compartida no era clasificada, señalando que cualquier detalle operativo de una misión de este tipo suele estar protegido por protocolos de seguridad.
En el Senado, los demócratas arremetieron contra los jefes de inteligencia John Ratcliffe y Tulsi Gabbard, quienes también estaban en el chat. Legisladores como Michael Bennet y Mark Warner denunciaron la «negligencia e incompetencia» de los funcionarios involucrados, mientras que otros exigieron la renuncia de Hegseth y Waltz.
Pese a la controversia, Trump se negó a tomar medidas disciplinarias y atribuyó las críticas a un intento de socavar su administración. Señaló que los primeros meses de su segundo mandato han sido un éxito y que sus opositores buscan exagerar el incidente.
La publicación de The Atlantic, que reveló capturas de pantalla del chat, generó aún más cuestionamientos sobre el uso de Signal en asuntos de seguridad nacional. Aunque la aplicación está encriptada, no está aprobada para conversaciones clasificadas, y el uso de mensajes autodestructibles ha despertado preocupaciones sobre la transparencia del gobierno.
Organizaciones como American Oversight han solicitado preservar los mensajes del chat en cuestión, mientras que el senador Roger Wicker, presidente del Comité de Fuerzas Armadas, confirmó que se investigará lo sucedido.
A pesar de la presión política, Trump y sus aliados continúan minimizando la filtración y desviando la atención hacia críticas contra la prensa. Funcionarios de su gobierno han defendido el uso de Signal como una alternativa más segura que las llamadas telefónicas convencionales, aunque los expertos advierten que el episodio representa una seria vulnerabilidad en la gestión de información sensible.