Un informe de la Comunidad de Inteligencia de EE.UU. advierte que, debido al reforzamiento de la seguridad en la frontera, los cárteles como el de Sinaloa y CJNG podrían modificar sus rutas de tráfico.

Un informe reciente de la Comunidad de Inteligencia (IC) de Estados Unidos, titulado Evaluación Anual de Amenazas (ATA) 2025, alertó sobre posibles cambios en las rutas de tráfico de los cárteles mexicanos debido al refuerzo de la seguridad en la frontera entre México y Estados Unidos. El reporte destaca que, a pesar de los esfuerzos por aumentar la presencia de fuerzas de seguridad, las organizaciones criminales, en especial el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), podrían adaptar sus métodos de contrabando y las rutas utilizadas para el tráfico de drogas.
El informe revela que, en 2024, los puntos de entrada oficiales en la frontera fueron las principales rutas de contrabando de drogas ilícitas, especialmente a través de vehículos de pasajeros y remolques de tractores. El Cártel de Sinaloa, según datos de la Administración de Control de Drogas (DEA), tiene un control casi total de la región fronteriza al sur de Arizona, facilitando el paso de narcóticos a través de puntos como San Luis Río Colorado y Nogales, Sonora. Además, el cártel también opera en los cruces fronterizos en California, como San Ysidro y Otay Mesa, y protagoniza envíos de metanfetamina y fentanilo desde Mexicali y Tijuana, Baja California. Un punto adicional que se menciona en el informe es el Puente Ysleta-Zaragoza, entre Juárez, Chihuahua, y El Paso, Texas, que se considera una ruta clave para los «Chapitos».
Por su parte, el CJNG, aunque controla menos territorio en la frontera, también depende de puntos de entrada legales para el contrabando de drogas a través de camiones con remolque y vehículos propios. La DEA subraya que este cártel utiliza puertos importantes como el de Manzanillo (Colima), Lázaro Cárdenas (Michoacán), Veracruz y Matamoros para el tráfico de sustancias.
El informe también hace referencia a las rutas de tráfico de drogas a través de Durango, que se considera un nodo clave en las comunicaciones entre diversas rutas, como la del Pacífico, la del Centro y la del Golfo, según informes de la Secretaría de la Defensa Nacional en 2020.