El presidente Donald Trump anuncia los aranceles más amplios de su mandato, buscando corregir lo que considera un comercio injusto. La medida genera incertidumbre global y podría disparar los costos para consumidores y empresas.

El presidente Donald Trump revelará este miércoles una serie de aranceles recíprocos que, según su administración, corregirán los desequilibrios comerciales y restablecerán la justicia en el sistema de comercio global. Esta nueva estrategia busca imponer gravámenes más estrictos sobre importaciones de diversos países, incluidos algunos de los principales socios comerciales de Estados Unidos.
Trump ha insistido en que estas tarifas son una respuesta a décadas de lo que describe como prácticas comerciales desleales, asegurando que otras naciones han aprovechado a EE.UU. sin otorgar beneficios equivalentes. Aunque la Casa Blanca ha confirmado que los aranceles entrarán en vigor inmediatamente después del anuncio, aún no se han revelado todos los detalles sobre su estructura.
Se han planteado dos enfoques principales: un sistema de aranceles basado en las tarifas que otros países aplican a los productos estadounidenses, o un gravamen fijo del 20% sobre todas las importaciones. Este último modelo generaría ingresos adicionales, pero según el Laboratorio Presupuestario de Yale, podría costar a los hogares estadounidenses entre 3,400 y 4,200 dólares al año.
El impacto de estas medidas ya se siente en los mercados financieros, con una caída en los futuros bursátiles. Economistas y analistas advierten que los aranceles podrían elevar los costos para consumidores y empresas, además de desatar represalias por parte de otros países. China, Canadá y la Unión Europea han señalado que están preparados para responder con restricciones propias, lo que podría intensificar una guerra comercial global.
Algunas naciones, sin embargo, han optado por suavizar su postura. Israel eliminó sus aranceles restantes sobre productos estadounidenses, mientras que Vietnam redujo gravámenes a bienes como etanol, gas natural licuado y automóviles, en un intento por mejorar su balanza comercial con EE.UU.
La imposición de estos nuevos aranceles podría elevar la tasa promedio en Estados Unidos del 12% al 18%, alcanzando niveles no vistos desde la Gran Depresión. Los economistas de Goldman Sachs han advertido que la política arancelaria de Trump podría aumentar la inflación y disminuir el crecimiento económico, elevando las probabilidades de una recesión en los próximos 12 meses del 20% al 35%.
A pesar de las advertencias, Trump sostiene que los aranceles impulsarán la manufactura en EE.UU. y fomentarán el retorno de empleos al país. Sin embargo, líderes de la industria minorista y empresarios han expresado preocupación por el posible impacto en los costos de producción y en el bolsillo de los consumidores.
El presidente realizará el anuncio formal en la Rosaleda de la Casa Blanca, acompañado de miembros clave de su administración y del Congreso. Su equipo insiste en que estas medidas forman parte de una estrategia para recuperar la grandeza económica de EE.UU., pero el desenlace de esta nueva ofensiva arancelaria aún está por verse.