Un derrumbe en una discoteca de República Dominicana dejó al menos 27 muertos, provocando conmoción nacional y una intensa operación de rescate.

Una noche que prometía música y celebración en la reconocida discoteca Jet Set de Santo Domingo terminó en tragedia, cuando el techo del local colapsó durante un concierto, dejando un saldo preliminar de al menos 27 personas fallecidas y más de 130 heridas. Equipos de rescate, maquinaria pesada, drones y técnicos especializados se movilizaron de inmediato para buscar sobrevivientes entre los escombros de uno de los clubes nocturnos más emblemáticos de la República Dominicana.
Las labores de búsqueda continuaron sin descanso, impulsadas por testimonios de familiares que afirmaban haber recibido llamadas de personas atrapadas. Juan Manuel Méndez, director del Centro de Operaciones de Emergencia, confirmó que seguían escuchándose voces bajo los restos del techo caído, lo que renovaba la esperanza de hallar más personas con vida. En total, se realizaron 134 traslados de heridos a centros hospitalarios, aunque la alta cantidad de víctimas complicó los primeros esfuerzos médicos.
Familiares angustiados se agolparon en los alrededores del local, muchos sin saber el paradero de sus seres queridos. Algunas personas buscaban hasta siete familiares a la vez. La incertidumbre y el dolor se hicieron palpables cuando una mujer gritó desconsoladamente al enterarse de la muerte de su hermano, mientras otra, Yeheris Ventura, lloraba por la falta de noticias sobre su esposo, quien no figuraba ni entre los heridos ni entre los fallecidos identificados.
La tragedia golpeó también al ámbito político, con la confirmación de que Nelsy Cruz, gobernadora de la provincia de Monte Cristi, murió tras quedar atrapada entre los escombros. Se supo que logró comunicarse con el presidente Luis Abinader momentos después del derrumbe, pero falleció horas más tarde en el hospital.
La noche del derrumbe se presentaba como otra jornada de música en vivo con la actuación del merenguero Rubby Pérez, quien se encontraba sobre el escenario cuando todo ocurrió. Videos difundidos en redes sociales muestran el instante exacto en que una gran lámpara de araña se desploma sobre el público, desatando el pánico. Las imágenes posteriores revelan la magnitud de la destrucción: el techo colapsado, escombros por toda la pista de baile y equipos de emergencia escarbando con desesperación.
Jet Set, con más de cuatro décadas de historia, era un ícono del entretenimiento en Santo Domingo. Su colapso no solo representa una pérdida física, sino un golpe emocional para una ciudad que amanece conmovida por lo sucedido. Las autoridades aún no han determinado el número exacto de personas que estaban dentro del recinto al momento del siniestro.
El presidente Abinader y la alcaldesa de la capital, Carolina Mejía, expresaron públicamente su dolor por la tragedia. La primera dama, Raquel Arbaje, relató con emoción la llamada de auxilio de la gobernadora Cruz, mientras que el mandatario aseguró que el gobierno ha seguido la situación minuto a minuto desde que ocurrió el desastre.
Mientras los rescatistas continúan su arduo trabajo y el país se recupera del impacto, esta catástrofe deja una profunda herida en la sociedad dominicana, que llora a sus muertos y exige respuestas sobre cómo pudo ocurrir un colapso de tal magnitud en un lugar tan emblemático.