Black Terry, una de las figuras más emblemáticas de la lucha libre mexicana, falleció a los 72 años, dejando un legado imborrable en el cuadrilátero.

Este domingo, el mundo de la lucha libre mexicana se vistió de luto con la muerte de Black Terry, cuyo nombre real era Esteban Mares Castañeda. A sus 72 años, el legendario luchador falleció debido a un paro cardíaco, dejando una huella imborrable en la historia del pancracio nacional.
Nacido el 3 de septiembre de 1952 en Guadalajara, Jalisco, Black Terry debutó en el ring en 1973 y rápidamente se consolidó como una de las grandes figuras de la lucha libre, gracias a su técnica depurada, su carisma y su longevidad en el cuadrilátero. A lo largo de su carrera, adoptó varios nombres artísticos, como La Gacela, El Hijo del Diablo y Guerrero Maya, destacando especialmente en los años 80 y 90 por su estilo único.
Durante su carrera, fue miembro de equipos legendarios como Los Temerarios, junto a José Luis Feliciano y Shu El Guerrero, y Los Guerreros del Futuro, donde compartió el ring con Guerrero del Futuro y Damián El Guerrero. Su habilidad y destreza lo convirtieron en un ícono dentro de la lucha libre mexicana, pero también fue reconocido por su labor como entrenador, dejando un legado en las nuevas generaciones de luchadores.
Uno de sus mayores orgullos fue su hijo, Guerrero Maya Jr., quien siguió sus pasos en el deporte, aunque su relación nunca fue oficialmente reconocida debido a la tradición de las máscaras en el mundo de la lucha libre.
La comunidad luchística, así como sus seguidores, lamentan profundamente su partida, recordando no solo sus victorias en el cuadrilátero, sino también su dedicación y pasión por la lucha libre, que le permitió convertirse en una leyenda viviente del pancracio nacional.