Un presunto extorsionador de La Unión, con la pierna enyesada, fue baleado y murió al intentar cometer un asalto en Ciudad de México.
En un hecho insólito ocurrido en la Ciudad de México, un presunto integrante de la banda criminal La Unión falleció tras ser atacado a balazos mientras intentaba cometer un asalto, a pesar de tener la pierna fracturada y enyesada. El sujeto fue identificado como Didier Zoé Téllez, quien, según reportes del periodista Carlos Jiménez, se dedicaba a extorsionar y delinquir aún con su condición física visiblemente limitada.
El ataque ocurrió en plena ejecución de un delito, cuando el hombre fue sorprendido por personas armadas que le dispararon. Aunque agentes de la policía acudieron rápidamente al lugar y lo trasladaron a un hospital en un intento por salvarle la vida, los médicos confirmaron que ya no presentaba signos vitales al momento de su llegada.
Didier Zoé era conocido por sus actividades delictivas en la capital, y se le vinculaba con el grupo criminal La Unión, organización señalada por su implicación en extorsiones, cobros de piso y otros delitos de alto impacto. Llamó la atención que incluso con una fractura y enyesado, el ahora occiso continuaba con su actividad delictiva.
Este episodio, además de reflejar la violencia con la que operan ciertos grupos criminales en la capital, evidencia el nivel de impunidad y riesgo que enfrentan tanto víctimas como agresores en medio del crimen organizado. Las autoridades aún no han confirmado si el ataque fue producto de una disputa interna o una reacción violenta durante el asalto.
El ataque ocurrió en plena ejecución de un delito, cuando el hombre fue sorprendido por personas armadas que le dispararon. Aunque agentes de la policía acudieron rápidamente al lugar y lo trasladaron a un hospital en un intento por salvarle la vida, los médicos confirmaron que ya no presentaba signos vitales al momento de su llegada.
Didier Zoé era conocido por sus actividades delictivas en la capital, y se le vinculaba con el grupo criminal La Unión, organización señalada por su implicación en extorsiones, cobros de piso y otros delitos de alto impacto. Llamó la atención que incluso con una fractura y enyesado, el ahora occiso continuaba con su actividad delictiva.
Este episodio, además de reflejar la violencia con la que operan ciertos grupos criminales en la capital, evidencia el nivel de impunidad y riesgo que enfrentan tanto víctimas como agresores en medio del crimen organizado. Las autoridades aún no han confirmado si el ataque fue producto de una disputa interna o una reacción violenta durante el asalto.