Fabricantes de asientos y aerolíneas plantean una nueva modalidad de viaje “semisentado”, con la que buscan ahorrar espacio y reducir costos a partir de 2026.

El mundo de la aviación comercial podría estar a punto de dar un giro radical, y no precisamente para mayor comodidad de los pasajeros. Diversas aerolíneas están evaluando seriamente una propuesta para implementar viajes con pasajeros en posición prácticamente de pie, con el objetivo de optimizar espacio y reducir costos operativos a partir del año 2026.
Esta controvertida idea fue expuesta en un reportaje de CNN Travel, donde se menciona al fabricante italiano Aviointeriors como pionero en el desarrollo de un diseño de asiento “semisentado”. Se trata de una estructura ergonómica que, aunque técnicamente permite sentarse, obliga al pasajero a mantenerse en una postura vertical gran parte del tiempo. El concepto está enfocado en maximizar el número de asientos por avión, con la posibilidad de incrementar la capacidad de las aeronaves hasta en un 20%.
En redes sociales ya circulan videos e imágenes de estos asientos, que más bien recuerdan a las sillas tipo montura utilizadas en ciertos gimnasios o atracciones mecánicas. Según la compañía, los usuarios “podrán estirar las piernas cuanto quieran”, pero la realidad es que estarán soportados en una especie de soporte vertical con poco espacio de maniobra.
Aunque aún no se ha implementado de forma oficial, la sola posibilidad ha despertado todo tipo de reacciones, desde el interés de aerolíneas de bajo costo hasta la indignación de usuarios que advierten sobre la incomodidad y riesgos para la salud de vuelos prolongados en estas condiciones. Los críticos también cuestionan el cumplimiento de normas de seguridad en caso de emergencia.
No es la primera vez que este tipo de propuestas se plantean en la industria, pero el contexto actual de reducción de gastos y búsqueda de eficiencia logística parece estar generando un terreno fértil para que finalmente este tipo de proyectos se materialicen. Aún no se han revelado rutas o aerolíneas específicas que adoptarán esta modalidad, pero los preparativos apuntan a que su implementación podría ser una realidad en menos de dos años.