
ASKAP J1832-0911, un transitorio de periodo largo ubicado a 15 mil años luz, emite intensos destellos de radio y rayos X, desafiando toda clasificación conocida.
En una observación que ha dejado perpleja a la comunidad científica, astrónomos detectaron un extraño y poderoso objeto celeste que emite intensos destellos de ondas de radio y rayos X, los cuales duran aproximadamente dos minutos y se repiten con sorprendente precisión cada 44 minutos. Este objeto, denominado ASKAP J1832-0911, se localiza a unos 15,000 años luz de la Tierra, en nuestra misma galaxia, y podría pertenecer a una rara y poco comprendida clase de fenómenos conocidos como transitorios de periodo largo (LPT, por sus siglas en inglés).
La peculiaridad de esta detección radica en que es la primera vez que se asocian rayos X tan potentes con un transitorio de este tipo. Estos objetos fueron identificados apenas en 2022, y hasta la fecha solo se ha documentado una escasa docena de ellos. Según el Dr. Andy Wang, del Instituto Curtin de Astronomía de Radio en Australia y autor principal del estudio publicado en Nature, aún no se sabe con certeza qué clase de procesos físicos generan estas señales tan inusuales.
Las señales fueron captadas por diversos instrumentos astronómicos de primer nivel, entre ellos el radiotelescopio ASKAP en Australia Occidental, el Observatorio de Rayos X Chandra de la NASA, el telescopio de radio MeerKAT en Sudáfrica y el Telescopio Espacial Spitzer, evidenciando el carácter global y colaborativo del descubrimiento. La primera señal se registró en diciembre de 2023, pero fue en febrero de 2024 cuando ASKAP J1832-0911 sorprendió con pulsos de una intensidad radiofónica tan brillante que solo otros 30 objetos en el cielo lo han igualado.
La presencia de rayos X —que suelen originarse en ambientes extremadamente energéticos— sugiere que este fenómeno cósmico podría implicar procesos aún desconocidos, o incluso dar lugar a nuevas teorías sobre la evolución de estrellas densas y compactas. Se han considerado diversas posibilidades, desde un magnetar hasta un sistema binario de enanas blancas, pero ninguna hipótesis explica completamente el patrón de emisiones detectadas.
A diferencia de los púlsares, que emiten pulsos de radio que duran milisegundos, ASKAP J1832-0911 muestra ciclos de 44 minutos. Aún más intrigante es que las observaciones posteriores de rayos X no se repitieron seis meses después, lo que sugiere una naturaleza transitoria y posiblemente episódica del fenómeno. La herramienta CRACO, diseñada específicamente para detectar explosiones rápidas de radio, fue fundamental para confirmar la periodicidad de los destellos.
Para los expertos, el hallazgo no solo marca un hito tecnológico, sino también conceptual. Podría representar una nueva clase de objetos astronómicos, una especie de “puente” entre los magnetares extremos y las enanas blancas, expandiendo nuestra comprensión del universo y de los cuerpos más extremos que habitan en él.
La comunidad científica anticipa que este es solo el comienzo. “Descubrir uno de estos objetos sugiere la existencia de muchos más”, afirmó la Dra. Nanda Rea, coautora del estudio. En adelante, los astrónomos seguirán escudriñando los cielos con la esperanza de identificar más de estos elusivos y brillantes mensajeros cósmicos, capaces de ofrecer pistas vitales sobre el funcionamiento del universo profundo.