La influencer Luna Ambrozevicius fue acuchillada por su pareja durante una transmisión en vivo ante más de 250 mil personas, generando conmoción internacional.
Un estremecedor episodio de violencia de género se vivió el pasado 19 de mayo cuando la influencer brasileña Luna Ambrozevicius, de 22 años, fue brutalmente agredida por su pareja durante una transmisión en vivo en sus redes sociales. El ataque ocurrió frente a más de 250 mil espectadores conectados, quienes fueron testigos de una escena que rápidamente se volvió viral y generó una ola de indignación global.
Luna, conocida por compartir aspectos íntimos de su vida diaria con una amplia comunidad de seguidores, había manifestado en esa misma transmisión su intención de terminar la relación con Alex Oliveira, su pareja. La declaración provocó una reacción violenta e inmediata. Sin mediar palabra, el hombre tomó un cuchillo y comenzó a apuñalarla, hiriéndola en varias partes del cuerpo: espalda, manos, pie y cabeza. A pesar de que el video fue retirado rápidamente de la plataforma, muchos usuarios alcanzaron a presenciar los hechos y alertaron de inmediato a las autoridades.
La acción colectiva de los internautas fue determinante, ya que permitió que los servicios de emergencia llegaran en tiempo récord. Luna fue trasladada de urgencia al hospital, donde fue sometida a múltiples cirugías debido a la gravedad de sus lesiones. Los médicos confirmaron que logró sobrevivir al ataque, y actualmente se encuentra en proceso de recuperación.
Este acto violento ha conmocionado no solo a sus seguidores sino también a toda la comunidad digital, ya que representa el tercer caso reciente en que una figura del mundo de las redes sociales sufre una agresión de este tipo por parte de su pareja. El caso ha reavivado el debate sobre la violencia de género y la exposición de relaciones abusivas en redes sociales, así como la urgencia de implementar medidas preventivas y mecanismos de apoyo más efectivos para víctimas en riesgo.
Luna Ambrozevicius se ha convertido ahora en símbolo de sobrevivencia, pero también de la vulnerabilidad que enfrentan muchas mujeres, incluso aquellas con una presencia pública significativa. Su caso sigue en investigación y ha generado llamados a la justicia en Brasil y en otras partes del mundo, mientras su agresor permanece detenido.
