La sequía en Chihuahua ha reducido al mínimo el caudal de la Cascada de Basaseachi, afectando el turismo y el abasto de agua en comunidades serranas.

La prolongada sequía que afecta al estado de Chihuahua ha vuelto a dejar casi sin agua a uno de sus atractivos naturales más icónicos: la Cascada de Basaseachi. Ubicada en el municipio de Ocampo, esta caída de agua, considerada una de las más altas de México, ha perdido gran parte de su caudal, una situación recurrente en esta temporada, pero que se ha intensificado debido a la falta de lluvias y al cambio climático.
Un video difundido recientemente en TikTok por el usuario @basaseachi_adventure muestra la cascada con un flujo mínimo, acompañada del mensaje: “Cuenta la leyenda… aquí existía la cascada más alta de México”. Las imágenes reflejan no solo la desolación del paisaje seco, sino también la preocupación de habitantes y visitantes por la persistente sequía, que año con año se agrava y retrasa la recuperación del entorno natural.
La Cascada de Basaseachi nace de la unión de los arroyos Durazno y Basaseachi, que confluyen en lo alto de la Sierra Madre Occidental antes de descender por la barranca de Candameña, alimentando al río del mismo nombre. Normalmente, entre junio y agosto, las lluvias regeneran este paisaje espectacular, pero en años recientes los periodos de sequía se han alargado más de lo habitual. Esto ha afectado seriamente no solo al turismo —motor económico de muchas familias de la región— sino también al suministro de agua para consumo humano.
Los pobladores de Basaseachi recuerdan que el año 2021 marcó un punto de quiebre, cuando por primera vez en décadas la cascada dejó de fluir durante varios meses. Aunque el 2022 trajo un alivio temporal con mejores lluvias, los años 2023 y 2024 repitieron la historia de escasez. El arroyo que da vida a la cascada, alimentado por lluvias estacionales, ha presentado caudales cada vez más bajos, lo que impacta directamente a comunidades serranas que dependen de esa fuente de agua para su vida diaria.
Frente a esta situación, crecen los llamados desde redes sociales y medios locales para que las autoridades implementen estrategias de conservación y manejo del agua, al tiempo que se ruega por la llegada pronta de las lluvias que permitan al icónico salto de agua “renacer” y recuperar su esplendor natural.