Caro Quintero fue aislado por autoridades de Estados Unidos bajo medidas especiales que restringen su comunicación y contacto con abogados por considerarlo un preso de alto riesgo.

El Gobierno de Estados Unidos ha implementado medidas estrictas contra Rafael Caro Quintero, considerado uno de los narcotraficantes mexicanos más conocidos. Las autoridades estadounidenses decidieron aislarlo completamente y restringir de forma severa tanto sus comunicaciones como el contacto con sus representantes legales.
Esta acción fue impulsada por el Departamento de Justicia de Estados Unidos, que consideró a Caro Quintero un recluso de alto perfil criminal, lo que justifica la aplicación de las denominadas Medidas Especiales Administrativas (SMA, por sus siglas en inglés). Estas medidas son utilizadas únicamente en casos donde el detenido representa un potencial riesgo para la seguridad pública o tiene vínculos con organizaciones criminales de alto nivel.
La fiscal principal del caso, Saritha Komatireddy, fue la encargada de notificar oficialmente al juez federal Frederic Block sobre la implementación de las SMA. Estas restricciones son comunes en procesos legales relacionados con terrorismo, crimen organizado y otros delitos de gran impacto, y buscan evitar cualquier intento de coordinación externa desde la prisión.
La imposición de estas medidas significa que Caro Quintero enfrentará limitaciones extraordinarias en sus derechos dentro del sistema penitenciario, especialmente en cuanto a su capacidad para comunicarse con el exterior y con sus abogados, lo cual podría tener un impacto directo en el desarrollo de su defensa legal.