Los investigadores trabajan arduamente en la recuperación de restos tras la colisión aérea en el Potomac, con 55 de las 67 víctimas identificadas. La NTSB analiza datos cruciales de las cajas negras para determinar la causa del accidente.

Los equipos de rescate en Washington están llevando a cabo una ardua misión tras la colisión aérea más mortífera en una generación, que involucró a un avión de American Airlines y un helicóptero militar. Hasta ahora, se han identificado a 55 de las 67 víctimas, mientras los buzos continúan trabajando en el río Potomac para recuperar restos y partes de las aeronaves.
Las autoridades esperan recuperar la cabina del avión este martes, dependiendo de las condiciones climáticas. La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) había programado una conferencia de prensa para dar a conocer los datos de la caja negra del helicóptero, pero esta no se realizó.
En medio de las frías condiciones invernales, los equipos de recuperación enfrentan desafíos significativos. Steven Wallace, exdirector de la Oficina de Investigación de Accidentes de la FAA, confía en que se esclarecerá la causa de la tragedia. “No falta nada,” afirmó, destacando la disponibilidad de datos de radar y testimonios.
Para el miércoles, se prevé un empeoramiento del clima con nieve y aguanieve, complicando aún más la labor de los rescatistas. Los restos de las aeronaves obstaculizan el acceso a posibles cuerpos atrapados, lo que ha llevado a la necesidad de retirar secciones del fuselaje.
Las operaciones de recuperación han involucrado a casi todos los equipos de buceo en la región, incluyendo los guardacostas y el FBI. Este lunes, se extrajo el motor del avión, que fue izado con cuidado a una barcaza, mientras que otros restos, como un panel de ventana y un asiento, fueron recuperados por Dean Naujoks, guardián del Potomac.
La NTSB ha comenzado a analizar los datos de la grabadora de vuelo del avión, que indican un leve cambio en el ángulo de ascenso justo antes del impacto. Una cuestión crítica en la investigación es si el helicóptero Black Hawk superó el límite de altitud de 61 metros, ya que los controladores aéreos no tenían indicios de que esto ocurriera.
La NTSB también logró recuperar la caja negra del helicóptero, lo que permitirá una mejor comprensión de los eventos que llevaron a la colisión. Sin embargo, el registrador de datos de vuelo del Black Hawk no tenía marcas de tiempo, lo que requerirá un análisis manual por parte de los investigadores.
Se espera que un informe preliminar de la NTSB esté disponible dentro de un mes, mientras las familias de las víctimas aguardan respuestas sobre esta trágica catástrofe.