Humo negro salió tras la primera votación del Cónclave 2025, lo que indica que aún no se ha alcanzado el consenso necesario para elegir al sucesor del Papa Francisco.

Este 7 de mayo, el mundo católico dirigió su atención hacia el Vaticano, donde se lleva a cabo el Cónclave 2025, proceso solemne y secreto mediante el cual se elige al próximo líder de la Iglesia Católica. A través de un sistema cargado de simbolismo, los 133 cardenales electores —todos menores de 80 años— se reunieron a puerta cerrada en la Capilla Sixtina para emitir sus votos. Sin embargo, tras finalizar la primera jornada de votaciones, un denso humo negro emergió de la icónica chimenea instalada sobre el techo de la capilla, confirmando que no se ha alcanzado aún la mayoría necesaria para elegir al nuevo Papa.
La tradición del Cónclave, cuyo nombre proviene del latín cum clave (bajo llave), refleja el nivel de aislamiento e introspección exigido a los cardenales durante este proceso. Ningún contacto externo está permitido hasta que uno de los candidatos obtenga al menos dos tercios de los votos, es decir, un mínimo de 89 sufragios.
La señal del humo negro fue emitida poco después de las 21:00 horas locales, lo que también implicó un retraso respecto al horario previsto originalmente. Esta señal comunica al mundo que no se ha logrado consenso y que la elección del Papa número 267 deberá continuar en las siguientes sesiones. Se espera que los cardenales reanuden sus votaciones este miércoles 8 de mayo a las 10:00 horas (hora local en el Vaticano), lo que corresponde a las 02:00 horas en Ciudad de México.
La elección de un nuevo Papa es uno de los momentos más esperados por la Iglesia y millones de fieles alrededor del mundo. Hasta que el humo blanco surja de la chimenea —anunciando que un nuevo pontífice ha sido elegido—, el mundo católico seguirá en expectativa.