Controla tu azúcar en sangre con ejercicio: claves para un mejor manejo

El ejercicio regular es clave para controlar el nivel de azúcar en la sangre. La intensidad, el tipo de ejercicio y el momento del día son factores cruciales para lograr mejores resultados.

azúcar

La diabetes y la resistencia a la insulina son afecciones que afectan a millones de personas en todo el mundo, y con la creciente prevalencia de estos trastornos, más personas se ven obligadas a controlar sus niveles de azúcar en la sangre. Aunque los factores como la genética y la dieta juegan un papel importante, el ejercicio regular se ha mostrado como una herramienta poderosa para mejorar el control de la glucosa y prevenir o tratar la diabetes tipo 2.

El ejercicio no solo ayuda a reducir los niveles de azúcar en la sangre de manera temporal, sino que mejora la forma en que el cuerpo utiliza la insulina, lo cual es fundamental para las personas con resistencia a la insulina. Según especialistas, como Donald Hensrud de la Clínica Mayo, el movimiento físico es tan importante como una dieta adecuada para manejar la diabetes y la resistencia a la insulina. Además, durante la actividad física, las células musculares pueden usar la glucosa de la sangre de manera más eficiente, lo que reduce los niveles de azúcar en la sangre y también ayuda a disminuir la grasa abdominal, un factor de riesgo para la diabetes.

Los estudios han demostrado que tanto el ejercicio aeróbico moderado como los entrenamientos de alta intensidad por intervalos son efectivos para controlar los niveles de azúcar. En particular, los entrenamientos de fuerza, como el levantamiento de pesas, han mostrado ser especialmente beneficiosos. Un estudio reciente reveló que el entrenamiento de fuerza es más eficaz que el ejercicio aeróbico para controlar la glucosa en sangre en personas con diabetes tipo 2. Además, el entrenamiento de fuerza es crucial para las personas mayores, ya que la pérdida de músculo y fuerza relacionada con la edad se acelera por la resistencia a la insulina.

En cuanto a la mejor estrategia de entrenamiento, se recomienda una combinación de ejercicios de alta intensidad y entrenamiento de fuerza. Para lograr los mejores resultados, las pesas deben ser lo suficientemente pesadas para desafiar los músculos, lo que a su vez ayuda a reducir el azúcar en la sangre. Alternar sesiones de levantamiento de pesas con entrenamiento de intervalos de alta intensidad también puede ser una opción eficaz para quienes buscan controlar su glucosa de manera más efectiva.

El momento del día en que se realiza el ejercicio también influye. Para las personas con prediabetes o diabetes tipo 2, los estudios sugieren que hacer ejercicio por la tarde puede ser más beneficioso, ya que el cuerpo tiende a ser menos sensible a la insulina a medida que avanza el día. Sin embargo, si el entrenamiento matutino es más adecuado para tu rutina, lo ideal es evitar consumir demasiados carbohidratos antes de hacer ejercicio y optar por una comida ligera rica en proteínas y carbohidratos saludables.

Es importante recordar que la prediabetes y la diabetes de nueva aparición responden significativamente mejor a los cambios en el estilo de vida, incluidos el ejercicio y la dieta, que las formas más avanzadas de la enfermedad. Por lo tanto, es esencial abordar la resistencia a la insulina lo más pronto posible para obtener los mejores resultados.

El ejercicio no solo ayuda a controlar el azúcar en la sangre, sino que también contribuye a mejorar la salud general y a mantener un peso corporal adecuado, lo cual es fundamental para la estabilidad del azúcar en sangre. Con el enfoque correcto y la disciplina adecuada, el ejercicio se convierte en una de las herramientas más efectivas para gestionar la diabetes y la resistencia a la insulina.

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