La resurrección del lobo terrible por Colossal Biosciences ha desatado debates sobre la viabilidad de revivir especies extintas, pero la idea de traer dinosaurios de vuelta sigue siendo ciencia ficción debido a limitaciones tecnológicas y biológicas.
La reciente noticia sobre la «resurrección» del lobo terrible por parte de la empresa Colossal Biosciences ha generado asombro, y ha hecho que muchos se pregunten si estamos más cerca de vivir algo similar a lo que vemos en «Jurassic Park». Si bien el regreso de especies extintas es un logro impresionante, la realidad detrás de la desextinción es muy diferente a lo que las películas nos han mostrado.
El lobo terrible, que desapareció hace más de 12.000 años, ha sido «resucitado» mediante la modificación genética de un lobo gris, utilizando tecnologías como la clonación y CRISPR. En lugar de traer a la vida una copia exacta del lobo terrible, lo que se ha logrado es crear un híbrido que comparte varios rasgos morfológicos de esta especie prehistórica. Los científicos no han recuperado ADN de los lobos terribles originales, ya que este se encuentra demasiado fragmentado para ser útil, por lo que han recurrido a un lobo gris, el pariente más cercano del lobo terrible, para insertar los genes correspondientes.
Lo que se ha hecho, en términos sencillos, es un trabajo de edición genética para dotar a los lobos grises con las características físicas que tenía el lobo terrible. Sin embargo, este proceso no implica un regreso total de la especie, sino una versión modificada genéticamente, lo que difiere bastante del concepto de «desextinción» total.
En cuanto a la posibilidad de revivir dinosaurios, el escenario es muy diferente. Aunque la ciencia ha avanzado enormemente, recuperar ADN de dinosaurios es prácticamente imposible. Los fósiles de dinosaurios, que se encuentran en condiciones mineralizadas, no contienen ADN, lo que hace imposible replicar o clonar estas especies. Si bien las películas como «Jurassic Park» han popularizado la idea de resucitar dinosaurios, los expertos indican que esto es pura fantasía científica. Sin embargo, algunos sugieren que, en un futuro lejano, podría ser posible modificar genéticamente especies modernas para que se parezcan a los dinosaurios, aunque esto está lejos de ser una realidad.
Aunque los avances con animales como el lobo terrible y el mamut lanudo son impresionantes, la idea de traer de vuelta a los dinosaurios sigue siendo un concepto más cercano a la ficción que a la ciencia. Por ahora, la desextinción se limita a especies más recientes, y los esfuerzos están enfocados en recuperar animales como el mamut lanudo, el dodo y el tigre de Tasmania.
