El Canal de Panamá: Un Eje Vital para el Comercio Global

El Canal de Panamá, inaugurado en 1914, es un símbolo de la lucha por la soberanía panameña y juega un papel crucial en el comercio mundial. Controlado por Panamá desde 1999, el canal genera significativos ingresos económicos y conecta a miles de puertos globalmente, siendo fundamental para el comercio marítimo.

La tarifa del Canal de Panamá se determina por la capacidad de carga de los buques, sin considerar el país de procedencia. El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, enfatizó que el canal no tiene control directo o indirecto de potencias como China, la comunidad europea o Estados Unidos, en respuesta a las amenazas del expresidente Trump.

Todos los buques, incluidos los de guerra y submarinos, son guiados por un piloto panameño durante su tránsito por el canal.

Parte de la Historia Nacional

La independencia de Panamá de Colombia en 1903 está estrechamente vinculada al canal interoceánico. Tras el fracaso del conde francés Ferdinand de Lesseps en abrir el canal, Estados Unidos promovió la separación de Panamá y firmó un tratado que le cedió tierras y aguas para su construcción.

Después de 10 años de trabajo y una inversión de 380 millones de dólares de la época, el canal fue inaugurado el 15 de agosto de 1914 con el cruce del vapor Ancón. La construcción dejó atrás 25,000 muertos por enfermedades y accidentes.

Mulino afirmó que el canal «es parte de nuestra historia de lucha y una conquista irreversible».

Enclave Estadounidense

Washington estableció la «Zona del Canal», un enclave donde se mantenía la bandera estadounidense y se ejercía control militar y judicial. Esto generó décadas de reclamos panameños por recuperar el control de la vía.

En 1977, el líder panameño Omar Torrijos y el presidente estadounidense Jimmy Carter firmaron tratados que permitieron la transferencia del canal a Panamá el 31 de diciembre de 1999. El expresidente Martín Torrijos, hijo del general, destacó en redes sociales que cualquier intento de revertir este logro histórico ofende la memoria de quienes lucharon por él.

Los tratados Torrijos-Carter, respaldados por más de 40 países, establecen que el canal es neutral y puede ser utilizado por cualquier barco que cumpla las normas de seguridad, exceptuando buques militares de países en conflicto que no pueden transitar simultáneamente.

Funcionamiento del Canal

El canal conecta el océano Pacífico con el Atlántico y, a diferencia del canal de Suez, opera con agua dulce almacenada en lagos artificiales. Una sequía a finales de 2023 afectó temporalmente las operaciones, pero la situación se ha normalizado.

El canal utiliza esclusas, que funcionan como ascensores, elevando los buques 26 metros para cruzar el lago Gatún y luego descendiendo al nivel del mar para continuar su ruta. Este sistema permite a los barcos realizar el cruce en aproximadamente ocho horas, evitando la larga travesía alrededor del Cabo de Hornos.

Impacto Económico

El canal maneja el 5% del comercio marítimo mundial y conecta más de 1,900 puertos en 170 países. Debido a su creciente demanda, fue ampliado entre 2009 y 2016, permitiendo el paso de buques de hasta 366 metros de eslora.

El canal representa el 6% del PIB de Panamá y ha aportado más de 28,000 millones de dólares al erario desde el año 2000, superando ampliamente los 1,878 millones durante los 85 años de administración estadounidense. En el último año fiscal, más de 11,200 barcos atravesaron el canal, transportando 423 millones de toneladas de carga y generando 2,470 millones de dólares para el país.

Jorge Quijano, exjefe de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), subrayó que los estadounidenses «se beneficiaron con creces del canal; nunca fue un regalo» para Panamá.

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