El estreno de ‘Blancanieves’ ha sido un fracaso en taquilla, recaudando solo 87,3 millones de dólares en su primer fin de semana, lejos de los 625 millones necesarios para generar ganancias.

El esperado estreno de ‘Blancanieves’, la nueva adaptación en acción real del clásico animado de Disney, ha resultado ser un fracaso de taquilla, confirmando los temores previos sobre su desempeño en cines. Desde su anuncio, la película generó diversas controversias y expectativas moderadas, lo que hacía prever un debut complicado. Sin embargo, los resultados han sido incluso peores de lo anticipado por los analistas.
Protagonizada por Rachel Zegler y Gal Gadot, y dirigida por Marc Webb, la película tuvo un costo aproximado de 250 millones de dólares, sin incluir los gastos de promoción. Para ser rentable, se estimaba que debía superar los 625 millones de dólares en ingresos. A pesar de ello, su debut mundial apenas alcanzó los 87,3 millones en su primer fin de semana, una cifra alarmantemente baja para una producción de esta magnitud.
El panorama se torna aún más sombrío considerando que, en la mayoría de los casos, la mayor parte de la recaudación de una película ocurre en sus primeros días en cartelera. Aunque logró posicionarse entre las diez películas más taquilleras de 2025 hasta la fecha, este logro se debe más a la falta de competencia en la cartelera que a su propio éxito.
No obstante, Disney aún mantiene la esperanza de que ‘Blancanieves’ pueda mejorar su rendimiento a largo plazo. Existen precedentes de estrenos que, tras un inicio flojo, lograron estabilizar su desempeño en las semanas siguientes. Un caso reciente es el de ‘Mufasa: El rey león’, que debutó con cifras por debajo de lo esperado, pero finalizó su recorrido en cines con 717,9 millones de dólares.
A pesar de este antecedente, la situación de ‘Blancanieves’ luce más complicada. Las críticas han sido mixtas, y el escepticismo del público parece haber impactado negativamente su desempeño comercial. El tiempo dirá si la película consigue remontar o si se consolida como uno de los mayores fracasos recientes de Disney. Mientras tanto, la compañía sigue buscando estrategias para atraer al público de regreso a las salas y reafirmar su dominio en la industria del entretenimiento.