China se alista para probar el “Jiutian SS-UAV”, un dron nodriza capaz de transportar 100 drones o más de 900 kilos de misiles, con autonomía de 36 horas.

China está a punto de dar un paso significativo en su desarrollo militar y tecnológico con el inminente primer vuelo del “Jiutian SS-UAV”, un imponente dron de gran tamaño, diseñado para funciones ofensivas y de reconocimiento. La aeronave, bautizada por medios y analistas como “nave nodriza de drones” o “portadrones”, ha captado la atención internacional por sus capacidades avanzadas y su impresionante tamaño.
El vuelo inaugural de este vehículo aéreo no tripulado está previsto para finales de junio, marcando así el comienzo de una fase crucial de pruebas que abrirá paso a su integración en las operaciones del Ejército Popular de Liberación. Medios locales informaron que esta aeronave, fabricada para operar a gran altitud y en misiones prolongadas, es parte de una nueva generación de sistemas aéreos autónomos estratégicos de China.
Con una longitud de 16 metros y una envergadura superior a los 24 metros, el Jiutian SS-UAV puede alcanzar altitudes de hasta 15 mil metros, mantenerse en vuelo durante 36 horas consecutivas y lograr velocidades cercanas a los 700 kilómetros por hora. Su capacidad de carga lo convierte en una auténtica plataforma aérea multifuncional, ya que puede transportar más de 900 kilogramos de misiles o desplegar más de 100 drones de pequeño tamaño en misiones coordinadas.
Una de sus características más innovadoras es su bahía de carga central, diseñada con una estructura modular en forma de “colmena de isomería”, que permite configurar rápidamente su interior para distintos tipos de misiones, desde vigilancia y recolección de inteligencia, hasta bombardeos y guerra electrónica con enjambres de drones. Este diseño altamente adaptable convierte al Jiutian en una pieza clave dentro de la estrategia de superioridad aérea del gigante asiático.
La aeronave, que puede cubrir más de 6 mil 400 kilómetros en un solo vuelo, está considerada como uno de los drones de mayor autonomía y capacidad jamás desarrollados por China. Su inminente entrada en operaciones refleja el avance tecnológico del país asiático en el ámbito de los sistemas no tripulados y el creciente papel que estos desempeñan en la nueva doctrina militar global.