¿Es la recesión inevitable? Trump se enfrenta a los efectos de sus aranceles

A medida que los mercados caen y surgen preocupaciones sobre una posible recesión, Donald Trump modera sus expectativas sobre el auge económico prometido, al mismo tiempo que mantiene su estrategia arancelaria.

Durante su campaña presidencial, Donald Trump prometió un aumento económico sin igual para Estados Unidos. Sin embargo, a las ocho semanas de asumir el cargo, el presidente se ve obligado a ajustar sus expectativas, ya que los mercados bursátiles se han tambaleado y las señales de una posible recesión empiezan a hacerse más evidentes. A pesar de haber llegado al poder con una promesa de «hacer que Estados Unidos vuelva a ser asequible», la situación económica actual parece estar en conflicto con los pronósticos optimistas de su campaña.

El mercado bursátil ha experimentado caídas significativas, lo que ha alarmado tanto a los inversores como a los líderes empresariales, quienes se sienten inseguros debido a la incertidumbre creada por las políticas de Trump, especialmente sus aranceles. Incluso algunos miembros del Partido Republicano, que en su mayoría apoyan a Trump, han comenzado a expresar su preocupación por los efectos negativos que estos impuestos pueden tener sobre la economía.

La administración Trump heredó una economía en crecimiento, con un desempleo bajo y una tasa de inflación controlada, pero las políticas comerciales impulsadas por el presidente están provocando turbulencia. Aunque Trump prometió en su campaña un “auge económico como nunca antes hemos tenido”, ahora se enfrenta a la realidad de que sus aranceles pueden estar contribuyendo a la desaceleración de la economía.

En una entrevista reciente, Trump evitó predecir si se avecina una recesión, señalando que el país está en un “período de transición” y que las políticas de su administración están diseñadas para devolver la riqueza a Estados Unidos. Sin embargo, reconoció que los aranceles podrían causar algunas “pequeñas perturbaciones” en la economía, pero insistió en que el país se recuperará y prosperará eventualmente.

Mientras los mercados siguen cayendo y las preocupaciones aumentan, Trump ha mantenido su postura firme en cuanto a los aranceles, imponiendo tarifas a países como China, México y Canadá, y prometiendo más en el futuro. Sin embargo, su historial de cambio de postura rápidamente deja abierta la posibilidad de que se pueda retractar nuevamente.

Los líderes empresariales que inicialmente apoyaron a Trump por su enfoque favorable al mercado libre ahora están preocupados por las consecuencias económicas de sus políticas. El presidente, que utiliza regularmente el mercado de valores como una medida de su éxito, se ha encontrado con el desafío de cómo manejar el impacto negativo que sus decisiones están teniendo en los mercados.

En medio de esta incertidumbre, asesores cercanos a Trump han intentado calmar a los mercados, asegurando que no hay riesgo de recesión y que el país atravesará un “ajuste natural”. Sin embargo, las voces críticas, como la de Stephen Moore, ex asesor económico de Trump, sugieren que el momento para implementar los aranceles fue incorrecto y que deberían haber dado recortes fiscales primero para estimular la economía.

El senador Ron Wyden y otros críticos han advertido que los aranceles podrían ser un “veneno” para la economía estadounidense, creando un clima de caos que podría perjudicar a más trabajadores a medida que pase el tiempo. La gran pregunta ahora es cuánto tiempo podrá Trump mantener sus políticas económicas mientras lidia con los efectos adversos en los mercados y la creciente presión interna y externa.

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