Exportación de ganado mexicana se desplomó 60 % entre enero y abril, afectada por cierres fronterizos y protocolos contra gusano barrenador; precio récord en EE.UU. no compensó la caída, drástica crisis.
Entre enero y abril de este año, México envió al exterior apenas 202 mil cabezas de ganado, lo que representa sólo el 40 % del volumen exportado en el mismo periodo de 2024. El desplome, equivalente a una contracción aproximada del 60 %, se atribuye a los cierres y estrictos protocolos aplicados en la frontera norte tras la detección del gusano barrenador en el sur del país.
Las exportaciones estuvieron completamente suspendidas durante enero; su reactivación comenzó de forma limitada a partir de los primeros días de febrero y continuó con procesos tan lentos que mantuvieron frenado el flujo ganadero. A pesar de que en Estados Unidos el precio por cabeza superó los 1 200 dólares —un nivel 30 % mayor que el de hace un año—, los ingresos totales ascendieron a 245 millones de dólares, muy por debajo de los 474 millones registrados en 2024.
El gusano barrenador, que avanzó desde Sudamérica y fue detectado en Panamá en 2023, llegó finalmente a México en noviembre de 2024. La plaga se identificó en un bovino proveniente de Guatemala en Catazajá, Chiapas, donde el ganado cruza prácticamente sin control sanitario. Dicho hallazgo obligó a reforzar los filtros zoosanitarios a lo largo de la frontera norte, frenando la salida de reses mexicanas rumbo a los corrales estadunidenses.
Analistas del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas, con datos preliminares de la Agencia Nacional de Aduanas de México, advierten que la recuperación dependerá de agilizar los protocolos sin comprometer la bioseguridad. Mientras tanto, los productores enfrentan menor demanda externa, mayores costos logísticos y el desafío de mantener saludables sus hatos en medio de la alerta sanitaria.
