Fumar marihuana podría afectar la calidad del esperma y reducir las probabilidades de tener hijos, según múltiples estudios sobre los efectos del THC en la fertilidad masculina.

La creciente legalización del cannabis en varios estados de Estados Unidos ha generado una mayor apertura entre los pacientes al hablar con sus médicos sobre su consumo. Sin embargo, también ha dado pie a una pregunta frecuente entre los hombres en edad reproductiva: ¿fumar marihuana afecta su capacidad para tener hijos? Durante años, la respuesta de los especialistas fue incierta, pero hoy existe evidencia científica cada vez más sólida que apunta a que el consumo de cannabis puede ser perjudicial para la fertilidad masculina.
El urólogo Alexander Pastuszak, actualmente en la Universidad de Utah, comenzó a investigar el tema ante la falta de respuestas concluyentes. A pesar de las dificultades legales y regulatorias para estudiar el cannabis a nivel federal, Pastuszak logró revisar 48 estudios internacionales y concluyó en 2019 que el consumo de productos con THC, especialmente al ser fumados, perjudica la calidad del semen y, por ende, la fertilidad.
La evidencia científica reciente indica que el THC puede alterar la forma y motilidad de los espermatozoides, ralentizando su movimiento, deformándolos y afectando su material genético. Estudios en placas de cultivo han demostrado que los cannabinoides pueden ser tóxicos para las células vivas, mientras que investigaciones anteriores ya habían identificado que sustancias como la anandamida —presente de forma natural en el organismo— participan en procesos reproductivos claves, y sus receptores pueden ser sobreestimulados por el THC.
En investigaciones clínicas más recientes, se observó que los hombres que consumen cannabis presentan menor concentración espermática y un número significativamente mayor de espermatozoides con formas anormales. Por ejemplo, un estudio con 229 hombres en Jamaica reveló que el consumo moderado de marihuana triplica la probabilidad de presentar alteraciones en la forma de los espermatozoides, lo que dificulta la fecundación.
Asimismo, otro estudio con 113 hombres jordanos mostró que los consumidores de cannabis tenían espermatozoides con menor movilidad en comparación con fumadores de tabaco y no fumadores. El THC daña las mitocondrias —el motor celular— de los espermatozoides, lo que les impide moverse eficazmente hacia el óvulo. Además, investigaciones con animales han demostrado que el consumo de cannabis por parte del padre puede afectar el desarrollo cerebral de la descendencia.
Los efectos del cannabis sobre la salud sexual masculina no se limitan al esperma. El uso prolongado y frecuente puede contribuir a problemas como la disfunción eréctil, el retraso de la eyaculación y la disminución del deseo sexual, incluso en quienes fuman una vez por semana. Aunque hay hombres que consumen marihuana a diario y logran concebir hijos, los expertos aconsejan suspender el consumo al menos tres meses antes de intentar un embarazo.
Algunos médicos sugieren alternativas como los comestibles o el vapeo, pero recalcan que estos métodos también introducen THC al cuerpo. En última instancia, la forma más segura de proteger la fertilidad es abstenerse por completo del consumo de cannabis. También se recomienda mantener una dieta equilibrada y practicar ejercicio regular, ya que estos factores benefician la salud reproductiva.
Aunque la relación entre el consumo de marihuana y la infertilidad masculina aún se sigue investigando, la tendencia científica actual es clara: fumar cannabis puede dañar el esperma y reducir la capacidad de concebir, una advertencia importante para quienes están planeando formar una familia.