El director de Agua Potable confía en que mejorará el servicio hídrico y desaparecerá el negocio de pipas en la Ciudad de México.

Víctor Bourgett, director de Agua Potable de la Secretaría de Gestión Integral del Agua del Gobierno de la Ciudad de México, aseguró que el sexenio en curso marcará el inicio del fin para el suministro de agua en pipas dentro de la capital. Durante su participación en el foro “Diálogo con ingenieros”, realizado en el Colegio de Ingenieros Civiles de México, expuso que la mejora en la infraestructura y distribución del agua permitirá prescindir progresivamente del uso de carros tanque, un modelo que ha sido necesario por décadas, pero que también dio pie a la creación de un negocio alterno con intereses económicos arraigados.
El funcionario explicó que el objetivo institucional es claro: llevar agua a través de tuberías y no sobre ruedas. Señaló que muchas alcaldías de la ciudad desarrollaron una cultura de dependencia hacia el servicio de pipas, lo cual generó un sistema paralelo que hoy representa tanto una solución como un obstáculo. Reconoció que ya existe una inversión económica significativa por parte de particulares en pipas, pero advirtió que una vez que el gobierno logre ofrecer un servicio hídrico eficiente y continuo, esos operadores tendrán que buscar otros destinos para ofrecer su servicio.
Bourgett también destacó avances recientes en alcaldías como Tlalpan e Iztapalapa, donde el suministro de agua ha mejorado considerablemente. Sin embargo, admitió que aún queda camino por recorrer y que deberán enfrentar resistencias cuando el nuevo sistema de distribución comience a desplazar definitivamente a las pipas. Según sus palabras, “cuando ya demos un servicio bueno, que lo veremos este sexenio por cierto, pues ellos van a tener que retirarse e ir hacia algún otro lado”.
A pesar de esta visión a futuro, el modelo actual de pipas sigue vigente. Para este año, la Secretaría de Gestión Integral del Agua contrató a ocho empresas encargadas de dotar agua potable mediante camiones cisterna con capacidad de 10 mil litros. Siete de estas compañías están registradas en Magdalena Petlalalco, Tlalpan, ubicadas a corta distancia unas de otras. Dos de ellas, Transportes Unidos de Comuneros y Ejidatarios de Tlalpan y Tlac Jahe, incluso compartieron socios en el pasado.
Las otras empresas beneficiadas con los contratos son Transportistas Ejidatarios Magda, Trasagua Pueblos Originarios Siglo XXI, Unión de Agro-Productores de Magdalena Petlalcalco, Transportes Rurales de Agua del Sur, Sociedad Comunal de Tlalpan y Transportes Enmark, esta última con domicilio en Tláhuac. En conjunto, estos contratos representan un gasto anual de entre 138.8 y 347.2 millones de pesos.
Bourgett subrayó que entre los principales retos que enfrenta la capital están la sobreexplotación de pozos, la dependencia del sistema Cutzamala y la necesidad de mejorar la calidad del agua que llega a los hogares. Además, mencionó la intención de llevar agua del norte del Estado de México hacia el oriente de la Ciudad, con el fin de mejorar el abasto en alcaldías como Gustavo A. Madero, Iztapalapa, Venustiano Carranza y Tláhuac.
A medida que avanza el sexenio, las autoridades capitalinas apuestan a que las inversiones en infraestructura y los ajustes estratégicos permitirán cambiar el panorama actual del abasto de agua, dejando atrás un esquema costoso y, en muchos casos, poco transparente.