La Base Naval de Guantánamo, arrendada a Cuba desde 1903, ha pasado de ser un centro de detención de terroristas a un posible refugio para migrantes bajo la administración de Trump.

La Base Naval de Guantánamo, una de las instalaciones más costosas y controvertidas del ejército estadounidense, se encuentra en territorio cubano bajo un arrendamiento perpetuo desde 1903. Este enclave estratégico en el mar Caribe ha sido testigo de múltiples eventos históricos, incluido el alojamiento de migrantes durante la crisis de los balseros en la década de 1990.
Desde 2002, Guantánamo ha adquirido notoriedad como prisión para acusados de terrorismo, especialmente tras los ataques del 11 de septiembre de 2001. Muchos detenidos han permanecido en sus instalaciones durante años sin cargos formales ni juicios, en parte debido a su ubicación que evita la aplicación de la ley estadounidense.
Recientemente, en un giro significativo de su política migratoria, el expresidente Donald Trump firmó una orden ejecutiva que moviliza a diversas agencias federales para establecer un centro de detención para inmigrantes indocumentados en esta misma base. Esta decisión ha generado un renovado debate sobre el papel de Guantánamo y su futuro en el contexto de la migración en EE.UU.