El gasto en salud cayó más del 14% al inicio del año, pero Hacienda lo justificó como un «ajuste» alineado a objetivos fiscales y no como un recorte presupuestal.

Durante el primer trimestre de 2025, el gasto funcional destinado a servicios de salud en México cayó de forma significativa, alcanzando un monto de 151 mil 733 millones de pesos, el más bajo registrado en los últimos diez años. Este retroceso, que representa una disminución del 14.3% respecto al mismo periodo del año anterior, ha generado preocupación sobre la prioridad que el gobierno federal está otorgando a la atención médica.
No obstante, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público ha salido a defender esta disminución, asegurando que no se trata de un recorte presupuestal sino de un ajuste técnico. La subsecretaria de Egresos, Bertha Gómez Castro, señaló que el gasto fue alineado con los objetivos y metas establecidos para 2025, y negó que haya planes de nuevos recortes, aclarando que el presupuesto asignado busca cumplir con dichos fines sin excedentes ni deficiencias.
Gómez Castro subrayó que la visión del sector salud es ahora más integral, considerando no sólo al sistema público general, sino también a instituciones como el IMSS, el ISSSTE y el IMSS Bienestar. Según su explicación, esta visión conjunta permite determinar con mayor precisión las necesidades del sector y asignar recursos de forma más focalizada.
Sin embargo, los datos revelados en el Informe de Finanzas Públicas y la Deuda Pública ponen en entredicho esa narrativa, al exponer la caída más pronunciada del gasto en salud desde 2023. Aunque las autoridades financieras insisten en que se trata de una reorganización presupuestal orientada a lograr la consolidación fiscal, el descenso de recursos podría tener implicaciones en la calidad de los servicios médicos y en el acceso de millones de mexicanos a atención sanitaria.
El uso del término «ajustes» en lugar de «recortes» refleja una estrategia discursiva para suavizar el impacto político y social de las decisiones presupuestales, aunque en la práctica, el efecto sobre el sistema de salud podría ser igual de severo.