Honda moverá la producción del Civic híbrido a Indiana para mitigar el impacto de aranceles en EE.UU., donde se concentra gran parte de su mercado.

En respuesta directa a las nuevas políticas comerciales impulsadas por el gobierno de Donald Trump, Honda anunció este miércoles que trasladará la producción de su modelo híbrido Civic desde Japón hacia Indiana, Estados Unidos. La decisión surge luego de la implementación de un arancel adicional del 25% a las importaciones automotrices, medida que entró en vigor a inicios de mes y ha comenzado a afectar directamente a las armadoras extranjeras.
De acuerdo con la compañía japonesa, este movimiento tiene como objetivo principal atenuar el impacto económico derivado de los nuevos gravámenes y, al mismo tiempo, atender de manera más eficiente la creciente demanda de vehículos híbridos en el mercado estadounidense. Con ello, Honda refuerza su estrategia de producción local, alineándose con la tendencia de manufactura regional que busca privilegiar el ensamblaje dentro del país donde se comercializa el producto.
El traslado de la producción del Civic híbrido no afectará la manufactura del Civic Type R, la versión deportiva del modelo, que continuará siendo ensamblada exclusivamente en Japón. Este será el único Civic que se exportará desde el país asiático hacia Estados Unidos, lo que reducirá considerablemente la exposición de Honda a los nuevos aranceles.
La automotriz destacó que el impacto de los gravámenes será mínimo en sus operaciones, ya que menos del 1% de las ventas de Honda en Estados Unidos provienen de vehículos ensamblados en Japón. El resto de su línea se fabrica en plantas ubicadas en Estados Unidos, Canadá y México, lo que le otorga una ventaja significativa en términos de adaptación a los cambios en la política comercial.
Este ajuste estratégico subraya la relevancia del mercado estadounidense para Honda, donde mantiene una fuerte presencia desde hace décadas y se posiciona como uno de los principales fabricantes del sector automotriz. Además, la decisión envía un mensaje claro sobre la capacidad de las compañías globales para adaptarse rápidamente a contextos políticos y económicos cambiantes.
La reubicación del ensamblaje del Civic híbrido no solo es una respuesta a las presiones arancelarias, sino también una medida que refuerza el compromiso de Honda con la competitividad, la eficiencia logística y la cercanía con sus consumidores en el continente americano.