Las cámaras de vigilancia han confirmado la implicación de las Fuerzas Armadas en la desaparición de cuatro niños en Guayaquil. La Fiscalía ha solicitado una audiencia para formular cargos contra 16 militares, mientras el Gobierno de Daniel Noboa se ve obligado a reconocer su participación en el caso.

A 17 días de la desaparición de cuatro niños en Guayaquil, las cámaras de vigilancia han revelado la implicación de las Fuerzas Armadas en el caso, lo que ha llevado a la Fiscalía a solicitar una audiencia para formular cargos contra 16 militares. Las imágenes muestran cómo una patrulla militar persigue y captura a los menores, quienes fueron subidos a una camioneta y desde entonces su paradero es un misterio.
El ministro de Defensa, Giancarlo Loffredo, que inicialmente había negado cualquier implicación militar, se vio obligado a rectificar su declaración. Reconoció que una patrulla compuesta por 16 miembros fue responsable de la captura de los niños, quienes se encontraban en la Avenida 25 de Julio. Las grabaciones muestran a los niños siendo perseguidos y capturados por los militares, lo que ha generado indignación y protestas en la sociedad.
La Fiscalía ha intensificado la investigación, realizando allanamientos en la base militar de Taura y requiriendo pruebas relacionadas con el caso. Mientras tanto, el Comité de Desapariciones Forzadas de las Naciones Unidas ha instado al Estado ecuatoriano a garantizar una investigación exhaustiva y a proteger a los familiares de los menores.
La situación ha suscitado un debate sobre el uso de la fuerza militar en Ecuador, especialmente tras la declaración de un «conflicto armado interno» por parte del presidente Noboa. Desde enero de 2024, se han documentado múltiples casos de desapariciones forzadas y abusos de derechos humanos en el contexto de operativos militares, lo que ha elevado la preocupación sobre la seguridad y el respeto a los derechos fundamentales en el país.