Un pasajero intentó secuestrar un vuelo de Volaris que iba de Bajío a Tijuana, lo que llevó a la tripulación a aterrizar de emergencia en Guadalajara. Todos los ocupantes están a salvo.

Guadalajara, México – Un vuelo de la aerolínea Volaris, que cubría la ruta entre el Bajío y Tijuana, vivió momentos de tensión este domingo cuando un pasajero intentó secuestrar la aeronave para desviarla hacia Estados Unidos. La tripulación, siguiendo los protocolos de seguridad, logró reducir al individuo y desviar el avión hacia el aeropuerto de Guadalajara.
Según el comunicado de Volaris, el incidente ocurrió en el vuelo 3041. La aerolínea no ha proporcionado detalles sobre cómo se desarrollaron los acontecimientos ni sobre las acciones del pasajero durante el intento de secuestro.
“La tripulación actuó de acuerdo a los protocolos de seguridad establecidos y, conforme a protocolo, el avión fue desviado al aeropuerto de Guadalajara, donde la aerolínea puso al pasajero a disposición y custodia de las autoridades competentes”, indicó Volaris.
Hasta la tarde del domingo, la Fiscalía General de la República (FGR) no había emitido información adicional sobre el incidente. Sin embargo, Volaris ha declarado que se constituirá como parte acusadora para asegurar que el pasajero enfrente las consecuencias legales correspondientes. Todos los pasajeros y la tripulación se encuentran a salvo, y el resto de los viajeros pudo continuar su vuelo hacia su destino final.
La falta de información sobre el intento de secuestro ha generado inquietudes sobre la seguridad aeroportuaria. No se ha aclarado si el pasajero utilizó algún artefacto o simplemente su cuerpo para intentar tomar el control de la nave. En caso de que se haya utilizado un objeto prohibido, la responsabilidad recaería en la empresa encargada de la seguridad en el aeropuerto.
El Grupo Aeroportuario del Pacífico (GAP), que opera el aeropuerto del Bajío, no ha emitido comentarios sobre el incidente. Este grupo ha enfrentado críticas en los últimos años por las tarifas que cobra a los pasajeros, lo que ha llevado a la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) a exigir mayor transparencia en sus operaciones.