Lamine Yamal destacó en la victoria del Barça contra el Mallorca, mostrando su talento y contribuyendo decisivamente al marcador. Su regreso tras una lesión revitalizó al equipo, que necesitaba una respuesta tras varias derrotas. Con asistencias clave y una gran actuación, Lamine se consolidó como una figura imprescindible en el ataque azulgrana.
La activación de Lamine Yamal, un delantero excepcional con un golpeo exquisito con el exterior de su pie izquierdo, fue clave para desestabilizar un partido extraño e incierto en Mallorca, donde el Barça siempre mantuvo el marcador a su favor.
Lamine apareció en el momento justo, mostrando su habilidad tanto en el regate como en la precisión de sus pases. Su impacto en Son Moix fue decisivo, permitiendo que el Barcelona resolviera el encuentro sin la necesidad de Lewandowski. Las jugadas del joven extremo fueron fundamentales para romper un correcalles que amenazaba con complicar la situación del equipo.
El brasileño Raphinha, con su ambición y goles, se unió a Lamine, quien demostró ser un delantero versátil, capaz de asistir y rematar. Juntos, lideraron una victoria necesaria tras dos derrotas y un empate que habían generado dudas en la Liga. La irregularidad del equipo contrastó con la seguridad que mostró Lamine, especialmente en un día en que Lewandowski no estuvo en el campo.
El polaco, pichichi de la Liga con 15 goles, es un jugador clave, pero su ausencia permitió que el equipo explorara otras dinámicas. Ferran Torres, quien lo reemplazó, anotó un gol afortunado tras un error de la defensa del Mallorca. Los azulgranas, en ese momento, mostraron destellos de un juego resolutivo y compacto.
La combinación de Casadó, Pedri, Olmo y Lamine mejoró el ritmo del juego, facilitando la conexión entre los jugadores y reduciendo las pérdidas de balón. Sin embargo, la falta de velocidad en el repliegue llevó a que algunos defensores recibieran tarjetas. A pesar de esto, el Barça mantuvo el control del partido, aunque el Mallorca se mostró combativo y logró empatar tras un error defensivo.
El empate llegó tras un penalti sancionado por una falta de Maffeo sobre Lamine, que Raphinha convirtió en gol, restableciendo la ventaja. El juego se volvió más intenso, con ambos equipos buscando la victoria.
Los cambios en ambos equipos no alteraron el curso del encuentro, pero Lamine continuó brillando. Su asistencia magistral con el exterior del pie izquierdo permitió a Raphinha marcar el tercer gol. Posteriormente, Lamine volvió a asistir a Pau Víctor, quien facilitó el gol de De Jong. El partido culminó con un 1-5, consolidando la actuación destacada de Lamine.
El Mallorca, superado, observó cómo el Barça recuperaba su esencia ofensiva, gracias al regreso de Lamine, quien había estado ausente debido a una lesión. La respuesta del equipo ante la adversidad fue contundente, y el impacto de Lamine fue inesperado pero crucial.