Andrea Legarreta reveló que su separación de Erik Rubín se debió al desgaste emocional y la rutina, tras más de dos décadas de matrimonio.
Después de más de dos años de mantener silencio, Andrea Legarreta decidió hablar abiertamente sobre uno de los momentos más significativos de su vida personal: su separación de Erik Rubín, con quien compartió más de dos décadas de matrimonio. La conductora de televisión ofreció sus primeras declaraciones en el pódcast “Conquista tu mundo”, donde expresó con honestidad los motivos que los llevaron a tomar caminos distintos.
Legarreta relató que con el paso del tiempo, su relación con el exTimbiriche comenzó a cambiar de forma sutil pero constante. Explicó que lo que comenzó como una historia llena de amor, con el tiempo se transformó en una rutina que acabó por alejarlos emocionalmente. “La relación comenzó a volverse costumbre. Yo me enfoqué en ser mamá y él en su carrera. Sin querer, dejamos de vernos”, dijo la presentadora, dejando ver que ambos se distanciaron sin buscarlo, pero de manera inevitable.
Aceptó que tomar la decisión de separarse fue difícil, ya que implicaba redefinir su identidad personal más allá del rol de esposa, sin embargo, también reconoció que era una acción necesaria para preservar su bienestar emocional. “Me costó dejar de verme como su esposa, pero entendí que había que soltar”, expresó, dando muestra de un proceso de introspección y crecimiento.
Pese al final de su relación como pareja, Andrea enfatizó que su vínculo con Erik Rubín sigue siendo fuerte y lleno de respeto, especialmente en su papel como padres de Mía y Nina, sus dos hijas. “Somos un gran equipo, nos queremos, pero como pareja nuestra historia terminó”, afirmó con serenidad.
Con estas revelaciones, Legarreta no solo compartió detalles íntimos de su historia, sino que también ofreció un mensaje de reconciliación interna, haciendo énfasis en la importancia de cerrar ciclos de forma consciente y desde la paz. Su testimonio invita a reflexionar sobre las transformaciones naturales en las relaciones y la valentía de elegir lo saludable, aún cuando el proceso implique dolor.
