Liverpool se coronó campeón de la Premier League con una victoria 5-1 sobre el Tottenham. El título, el primero en 35 años, llegó en el primer año de Arne Slot como entrenador.

El Liverpool se consagró campeón de la Premier League tras una contundente victoria por 5-1 sobre el Tottenham Hotspur el domingo, lo que les permitió asegurar el título en una jornada histórica. Los Reds habían mantenido una ventaja importante durante toda la temporada, pero la victoria en Anfield fue la que sentenció su dominio. Arsenal, su principal competidor, solo logró empatar 2-2 contra el Crystal Palace el miércoles, lo que dejó al Liverpool con el título al alcance de la mano.
Aunque los Spurs comenzaron con un gol de Dominic Solanke en el minuto 12, Luis Díaz rápidamente empató para el Liverpool, lo que calmaría las tensiones en el estadio. Los goles de Alexis Mac Allister, Cody Gakpo, Mohamed Salah y un autogol de Destiny Udogie sellaron la victoria y el título para el Liverpool, que celebró su vigésimo título de liga, un logro que lo coloca al mismo nivel que el Manchester United en cuanto a títulos nacionales en Inglaterra.
Este título de liga es el primero del Liverpool desde 2020, cuando la pandemia de COVID-19 limitó las celebraciones. Sin embargo, este nuevo título tiene un sabor especial ya que es el primero en 35 años, con la última victoria en la Primera División datando de 1990. A pesar de que el inicio de la temporada trajo dudas sobre el reemplazo de Jürgen Klopp, Arne Slot, en su primer año como entrenador principal, logró sorprender a todos al llevar al equipo a la cima.
La clave del éxito del Liverpool esta temporada ha sido el rendimiento sobresaliente de jugadores como Mohamed Salah y Virgil van Dijk, que, junto con el buen trabajo de Slot, han liderado al equipo durante la mayor parte de la campaña. Salah, quien ha sido el máximo goleador de la Premier League, expresó que este título significa aún más que el obtenido hace cinco años, destacando la importancia de hacerlo con un equipo y un entrenador diferente.
Mientras tanto, el Arsenal, pese a su destacada actuación en la Champions League, no logró mantener su presión en la liga, y el Manchester City sufrió un inesperado bajón en su rendimiento, permitiendo que el Liverpool se coronara campeón.