La luna llena de mayo, conocida como “Luna de flores”, brillará este domingo pese a ser una microluna y marcará el final de una serie única en 2025.

Este fin de semana, los observadores del cielo podrán disfrutar de un espectáculo natural: la luna llena de mayo, también llamada la “Luna de flores”, se mostrará en todo su esplendor durante la noche del domingo 11 de mayo, alcanzando su punto máximo el lunes 12 a las 12:56 p.m. ET. Aunque técnicamente es una microluna —una luna llena que se presenta cuando el satélite está en su punto más lejano de la Tierra—, su resplandor será igualmente cautivador para quienes miren hacia el sureste tras la puesta del sol.
La “Luna de flores” se elevará gradualmente hasta alcanzar su punto más alto pasada la medianoche. Su distancia con respecto a nuestro planeta será de aproximadamente 405,456 kilómetros, lo cual la hace parecer más pequeña que otras lunas llenas más cercanas, conocidas como superlunas. Esta será la tercera y última microluna de 2025, lo que agrega un matiz especial al evento astronómico.
El nombre “Luna de flores” tiene raíces en la cultura indígena norteamericana. El término proviene de la tradición comanche, aunque muchas otras tribus tienen diferentes formas de referirse a la luna llena de mayo. Por ejemplo, los pueblos Creek y Choctaw la llaman la “Luna de moras”, los Cree le dicen “luna de ranas”, los Anishnaabe mantienen el nombre de “luna de flores” y los Apache la vinculan con la “temporada en que las hojas están verdes”, reflejando todos ellos el vínculo de esta fase lunar con el renacimiento natural de la primavera.
Después de esta microluna, el calendario astronómico nos depara siete lunas llenas más en 2025: la “Luna de fresa” el 11 de junio, la “Luna de ciervo” el 10 de julio, la “Luna del esturión” el 9 de agosto, la “Luna de maíz” el 7 de septiembre, la “Luna de cosecha” el 6 de octubre, la “Luna del castor” el 5 de noviembre, y finalmente, la “Luna fría” el 4 de diciembre. Además, se esperan tres superlunas hacia el cierre del año, en los meses de octubre, noviembre y diciembre.
En cuanto a fenómenos adicionales, el 7 y 8 de septiembre tendrá lugar un eclipse lunar total que será visible principalmente desde Europa, África, Asia, Australia, el este de Sudamérica, Alaska y la Antártida. Durante este evento, la Luna se teñirá de tonos rojizos al pasar por la sombra de la Tierra, lo que comúnmente se conoce como “luna de sangre”. Este efecto ocurre cuando la Luna atraviesa la umbra, la parte más oscura de la sombra terrestre, y es iluminada por los rayos solares filtrados por la atmósfera.
Un segundo evento notable será el eclipse solar parcial del 21 de septiembre, visible en regiones remotas como partes de Australia, la Antártida y zonas del océano Pacífico. En este caso, la Luna cubrirá solo una porción del Sol, creando la apariencia de que le ha dado un “mordisco”, en un fenómeno menos común pero igualmente impresionante.
La “Luna de flores” no solo es un espectáculo para la vista, sino también un recordatorio del cambio de estación, las tradiciones culturales ancestrales y los ciclos que rigen nuestro entorno natural.