Una madre buscadora pidió desesperadamente excavar un piso hueco en el Rancho Izaguirre, Jalisco, sospechando una fosa clandestina. Colectivos denuncian negligencia en la investigación.

Una madre buscadora, entre llanto, pidió desesperadamente que se excavara una parte del piso del Rancho Izaguirre, ya que sonaba hueco, lo que podría indicar una nueva pista. Junto con otra madre, señaló la zona sospechosa durante una visita de la Fiscalía General de la República (FGR) y la Fiscalía General del Estado de Jalisco a colectivos de búsqueda y prensa.
La mujer busca indicios de su hijo y su sobrino, Julio César, en el rancho señalado como centro de adiestramiento y exterminio del CJNG. Los colectivos denunciaron que las autoridades no realizaron trabajos adecuados y omitieron pruebas, como prendas ocultas bajo piedras, y señalaron zonas sin investigar que podrían ser fosas clandestinas.
El fiscal general, Alejandro Gertz Manero, indicó que la Fiscalía de Jalisco realizó diligencias en septiembre y octubre de 2024, pero no investigó exhaustivamente. El grupo Guerreros Buscadores encontró restos óseos en fosas clandestinas el 5 de marzo de 2025, tras recibir mensajes anónimos.
En el rancho, con cinco construcciones, se encontraron prendas y objetos personales. Se han catalogado más de mil 300 indicios para que familiares de desaparecidos los identifiquen.