Gusano barrenador ha generado pérdidas por más de U$407 millones en tres semanas en Chiapas, afectando becerros, humanos y economía ganadera, según el Grupo Consultor de Mercados Agrícolas.
En tan solo tres semanas, la presencia del gusano barrenador en el estado de Chiapas ha provocado pérdidas económicas devastadoras que superan los 407 millones de dólares, de acuerdo con las estimaciones más recientes del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA). Esta plaga, que ha afectado principalmente a becerros, también ha generado casos de miasis en humanos, lo que incrementa la gravedad de la situación sanitaria y económica.
El director del GCMA, Juan Carlos Anaya, detalló que solo los productores han absorbido una pérdida de aproximadamente 102 millones de dólares, mientras que el resto de las afectaciones corresponde a la caída en la entrada de divisas al país. Esta cifra, convertida a moneda nacional con el tipo de cambio actual, representa una merma de casi 7 mil 823 millones de pesos, lo que refleja un golpe considerable al sector ganadero y a la economía regional.
La aparición de esta plaga ocurre en un contexto en el que los precios de la carne de res han experimentado un alza significativa desde marzo. En la Ciudad de México, por ejemplo, el kilogramo de carne de res se comercializa hasta en 260 pesos, lo que repercute directamente en el bolsillo de los consumidores. Este encarecimiento se atribuye, en parte, a la reducción en la disponibilidad del producto a causa de la emergencia zoosanitaria.
Además, la situación se ha visto agravada por la persistente sequía que afecta varias regiones del país. Esta condición climática extrema ha limitado los recursos hídricos y forrajeros para la crianza del ganado, intensificando las consecuencias de la infestación. La combinación entre el ataque del gusano barrenador y la falta de agua ha puesto en jaque la producción ganadera, generando una doble presión tanto para los productores como para el mercado interno.
El impacto de esta plaga se perfila como uno de los más severos en los últimos años para el sector agropecuario mexicano, y las autoridades sanitarias y agropecuarias deberán implementar medidas urgentes para frenar su expansión y mitigar los efectos económicos que ya se sienten en todo el país.
