Para evitar los aranceles de EE. UU., México ha reforzado su seguridad fronteriza, extraditado a miembros de cárteles y aplicado aranceles a productos chinos, alineándose con las prioridades del gobierno de Trump.

Ante la amenaza del presidente Donald Trump de imponer aranceles del 25 por ciento a las exportaciones mexicanas, el gobierno de Claudia Sheinbaum ha desplegado una serie de medidas con el objetivo de evitar las sanciones y mantener la estabilidad económica del país. La estrategia ha consistido en abordar tres de las principales preocupaciones del mandatario estadounidense: la migración ilegal, el narcotráfico y la creciente influencia de China en el comercio.
Uno de los principales esfuerzos ha sido el refuerzo de la seguridad fronteriza, con el despliegue de 10,000 soldados de la Guardia Nacional para disuadir el cruce de migrantes hacia Estados Unidos. Las autoridades mexicanas han intensificado las detenciones de migrantes y la desarticulación de caravanas antes de que lleguen a la frontera, trasladando a miles de personas hacia zonas más alejadas. Gracias a estas acciones, los cruces fronterizos han disminuido significativamente, alcanzando cifras históricas que no se veían desde hace casi seis décadas.
En el combate al narcotráfico, el gobierno de Sheinbaum ha mostrado una cooperación sin precedentes con Estados Unidos. Se han realizado incautaciones récord de fentanilo, una de las principales causas de muertes por sobredosis en territorio estadounidense, además de extraditar a decenas de operativos de alto rango de los cárteles hacia Estados Unidos. La administración también ha aceptado el uso de drones de la CIA para localizar laboratorios clandestinos y capturar a miembros del Cártel de Sinaloa, una estrategia que marca una ruptura con la postura más reservada de su predecesor, Andrés Manuel López Obrador.
En paralelo, México ha tomado medidas para frenar la influencia económica de China, alineándose con las prioridades comerciales del gobierno de Trump. Se han impuesto aranceles del 35 por ciento a las importaciones de prendas de vestir chinas y del 19 por ciento a productos adquiridos a través de plataformas en línea como Shein y Temu. Estas decisiones buscan posicionar a México como un socio estratégico para contrarrestar la presencia china en la región.
A pesar de la incertidumbre, el manejo de la crisis por parte de Claudia Sheinbaum ha sido bien recibido por los mercados y la comunidad empresarial. La presidenta ha combinado medidas públicas para apaciguar a Trump con una mayor cooperación de seguridad tras bambalinas, logrando mantener su popularidad con un 80 por ciento de aprobación.
Aunque los aranceles podrían asestar un duro golpe a la economía mexicana, los analistas se muestran optimistas respecto a que las acciones emprendidas por México permitan alcanzar un acuerdo de última hora con Estados Unidos y evitar la aplicación de las sanciones comerciales.