El Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública reportó que el año pasado 6,837 mujeres fueron asesinadas en México, de las cuales 839 casos fueron clasificados como feminicidios. La violencia contra las mujeres sigue siendo una de las crisis de seguridad más alarmantes del país.

Durante el 2024, un promedio de 18.7 mujeres fueron asesinadas cada día, reflejando un problema estructural que persiste a pesar de los esfuerzos institucionales. Del total de homicidios, 2,564 fueron dolosos y 3,434 culposos, mientras que 839 casos se catalogaron como feminicidios, un número ligeramente menor a los 853 reportados en 2023. De las víctimas de feminicidio, 705 eran mujeres adultas y 79 menores de edad.
El fenómeno de los feminicidios es particularmente grave debido a la relación entre víctimas y agresores. De acuerdo con la UNAM, muchas de estas mujeres sufrieron violencia previa en el hogar, incluyendo maltrato físico, amenazas, intimidación y abuso sexual. Además, según la ONU, estos crímenes pueden estar relacionados con factores como la trata de personas, el crimen organizado y la violencia de género estructural.
Los primeros datos de 2025 no muestran una mejoría. En enero de este año, 507 mujeres fueron asesinadas en México, con un promedio de 16.3 casos diarios. De este total, 54 fueron feminicidios, 187 homicidios dolosos y 266 culposos. Los feminicidios se concentraron principalmente en el Estado de México, Puebla, Morelos y Tamaulipas. En cuanto a los homicidios dolosos, Guanajuato, Baja California, el Estado de México y Michoacán registraron la mayor incidencia.
La violencia contra las mujeres también se refleja en el número de llamadas de emergencia. Solo en enero de 2025, se reportaron 21,684 llamadas por incidentes de violencia de género en el país, una cifra que subraya la urgencia de tomar medidas más efectivas para proteger a las mujeres y garantizar su seguridad.
A pesar de la creciente visibilidad del problema, las cifras muestran que el país sigue enfrentando una crisis de violencia de género sin solución a la vista.